26 mar 2009

PVDC Hechos

Informes oficiales

El PVDC (Parto Vaginal Después de Cesárea): Hechos
Traducido por Andrea Anguera

Estos hechos los presenta ICAN, International Cesarean Awareness Network, con la esperanza de que juntos, padres, preparadores del parto, doulas, enfermeras, parteras y médicos puedan aumentar eficazmente la tasa de partos vaginales después de cesárea y así reducir la tasa de operaciones cesáreas innecesarias y sus efectos.
· En la mayoría de los casos, tanto para la madre como para el bebé, el Parto Vaginal Después de Cesárea (PVDC) es más seguro que una cesárea electiva programada, la cual es una cirugía abdominal mayor. “Healthy People 2010” recomienda reducir los nacimientos por cesárea aumentando la tasa de PVDC8.
· Casi nunca hay razón para creer que un PVDC será menos exitoso que cualquier parto vaginal de una primeriza. Los factores que condujeron a la primera cesárea raramente tienen relevancia en los siguientes embarazos o partos, incluyendo la DCP (desproporción cefalo-pélvica)* . Se ha comprobado que las tablas de predicción del PVDC antes de que se presente el trabajo de parto no son precisas.
· El parto vaginal es más seguro para la madre: Reduce complicaciones incluyendo infección, pérdida de sangre o hemorragia, histerectomía, transfusiones, lesiones a la vejiga y los instestinos, endometriosis incisional, complicaciones cardiacas y pulmonares, coágulos en las piernas, complicaciones debidas a la anestesia y rehospitalización debido a las complicaciones quirúrgicas; incrementa el porcentaje de éxito en el amamantamiento y su duración; la recuperación y el amamantamiento son generalmente más fáciles después de un parto vaginal; aumenta el bienestar psicológico y reduce el trauma emocional; y el costo del parto vaginal es aproximadamente la mitad del de la cesárea. De hecho, es la madre quien sufre mayor riesgo de morir con una cesárea subsiguiente debido a los riegos propios de una cirugía abdominal mayor y a los provenientes de complicaciones por el uso de anestesia (general o epidural), mayor riesgo de sufrir placenta previa, acreta o abrupta; de sufrir infertilidad secundaria, abortos espontáneos y embarazo ectópico. Las tasas de morbilidad materna son consistente y sustancialmente menores en las mujeres que planifican un PVDC (2 al 23%) que para aquéllas que tienen una cesárea electiva programada (11 al 38%).
· En los bebés, el PVDC reduce la probabilidad de sufrir el síndrome de distrés respiratorio, prematuridad iatrogénica (cuando se realiza la cirugía debido a un error en el cálculo de la fecha probable de parto), hipertensión pulmonar persistente y lesiones fetales relacionadas con la cirugía como las laceraciones. En el PVDC también se reduce el número de muertes fetales en comparación a una cesárea subsiguiente electiva programada.
· El PVDC está asociado con la reducción de costos del sistema de salud y reducción de la estadía en el hospital en comparación con una operación cesárea electiva.
· El único factor de riesgo en un PVDC planificado es la ruptura uterina; esto es cuando las paredes del útero se abren, usualmente a lo largo de la incisión anterior. Existen dos tipos de ruptura: completa e incompleta. La incompleta, o desinencia, la cual ocurre entre el 1 y 2 por ciento de las veces suele ser asintomática y no produce muerte fetal ni materna. Muchos estudios no diferencian entre ambos tipos de ruptura en sus conclusiones.
· El riesgo para tu bebé proveniente de la muy poco probable ocurrencia de ruptura uterina completa (que se ha comprobado es de 0,7% ó, en otras palabras, 7 de cada 1.000 mujeres) después de una cesárea con incisión uterina transversa baja (usualmente llamada incisión tipo bikini) es mucho menor que el riesgo de que tu bebé sufra de distrés respiratorio resultado de una cesárea programada.
· Aunque los estudios son menores, dos o más cesáreas con incisiones transversas no aumentan significativamente el riesgo de ruptura uterina.
· Una incisión vertical baja o en T tampoco aumenta significativamente el riesgo de ruptura uterina. Una cesárea con incisión clásica aumenta el riesgo de ruptura uterina de 2,2% a 5,9%. Si una mujer tiene una incisión vertical en la piel, se le aconseja averiguar qué tipo de incisión tiene en el útero, pues es probable que ésta sea transversa baja.
· Los factores de riesgo que se han comprobado aumentan la incidencia de ruptura uterina son la inducción y la conducción del parto con oxitocina artificial (Pitocín, Pitocina, Syntocinon), prostaglandinas E1 (Cytotec, Misoprostol), prostaglandinas E2 (Prostin, dinoprostone, Prepidil). Las prostaglandinas, en especial la prostaglandina E1, aumentan significativamente el riesgo de ruptura uterina.
· Aunque la ruptura uterina en los trabajos de parto planificados después de una cesárea es muy poco común, cuando ésta sucede, suele considerarse una emergencia. Los indicadores más comunes de ruptura uterina son un patrón de latido fetal anormal o deceleraciones prolongadas con una detención del progreso del trabajo de parto. El dolor abdominal y el sangramiento vaginal no son indicativos confiables.
· En el caso de producirse una ruptura uterina, el seguimiento inmediato de la madre quien se sospecha sufre la ruptura aumentará significativamente el tiempo de respuesta necesario y el resultado neonatal. No se ha hallado un tiempo óptimo para el nacimiento cuando se ha producido una ruptura, ya que factores como la colocación de la placenta, placenta abrupta, intervenciones médicas (principalmente agentes inductores) y la salud fetal impactan igualmente el tiempo de respuesta óptimo necesario.
· Los procedimientos de pelvimetría con rayos X como un factor para decidir el parto vaginal, y la revisión manual postparto de rutina de la pared uterina para evaluar la salud del útero fueron desechadas a principio de los 90 debido a su inexactitud. El ultrasonido o ecografía no es un indicador confiable del tamaño fetal a término ni del tamaño de la pelvis ni de la integridad del útero antes o durante el trabajo de parto.
· Las tasas de éxito de los PVDC están influencias por factores no médicos, los cuales incluyen: apoyo social, el entrenamiento y la filosofía individual de quien asiste el parto, presión de grupo, miedo a acciones legales y ganancias económicas; conveniencia del médico o la paciente, y el estatus socioeconómico de la madre.
· La tasa de éxito de PVDC varía drásticamente entre diferentes asistentes al parto, por lo tanto éstos deben elegirse cuidadosamente basándose en las estadísticas personales de PVDC y una tasa baja de intervenciones, dado que la relación entre intervenciones y tasas elevadas de cesárea está bien documentada. El parto en casa es una opción segura y viable para las mujeres que están considerando un PVDC.
ICAN, International Cesarean Awareness Network, creada en 1982 como Cesarean Prevention Movement (Movimiento para la Prevención de las Cesáreas) tiene capítulos, miembros, un boletín internacional (el Clarion), una lista de correo electrónico y un sitio web listos para darte información y apoyo. Para más información, por favor llama al 1-800-686-ICAN o visítanos en www.ican-online.org

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International Cesarean Awareness Network. Inc.
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*Nota: las letras negritas son mías

24 mar 2009

Cómo se asiste un parto en casa

Consuelo Ruíz Velez-Frías

Lo más importante, lo verdaderamente decisivo en el parto, es la mujer que va a parir, porque de su actitud dependen muchos factores, para bien o para mal.

EL PERIODO DE DILATACIÓN

El parto no es sino la última etapa del largo y complicado proceso de reproducción vivípara, una simple función fisiológica en la que el papel de la mujer, durante el embarazo es completamente pasivo e indoloro y se reduce a proporcionar al embrión y al feto el alojamiento idóneo, hasta su nacimiento, así como los materiales precisos para su construcción y desarrollo, pero una vez finalizado el embarazo, la mujer puede y debe participar en el parto, de manera voluntaria, consciente y enterada.

El parto en casa es siempre decisión de la mujer y hay que contar con ella para todo y en todos los momentos, porque es ella quién pare y tiene un innegable derecho a hacerlo a su gusto.

El papel de la matrona no puede ser otro que asegurarse de que el parto es eutócico, vigilar que su evolución sea la normal y aconsejar a la parturiente sobre la mejor manera de realizar la función.

Es muy importante comprobar que el estado físico de la mujer es óptimo y que se trata de una pelvis normal. Como dato importante de normalidad, podemos, a simple vista identificar el rombo de Michaelis que si es regular se puede presumir que la mujer tenga una pelvis completamente normal. “Las cuatro maniobras de Leopold”. nos proporcionan datos precisos sobre la posición y presentación fetal, así como sobre el tamaño del feto, en relación con la pelvis materna y hay que hacerlas siempre, de forma suave y paciente porque tienen verdadera importancia en la diágnosis del parto en casa. La matrona debe estar bien segura de la normalidad de un parto, antes de encargarse de él.

Sigue, en orden de importancia, el estado fetal, la vigilancia del latido
cardíaco fetal. ¡Ojalá que se popularice el uso de aparatito llamado Sonicain,
un simple amplificador de sonidos! Si la parturiente pudiera disponer de un
aparatito de esos, ella misma podría vigilar el estado del niño, enseñándola que debe hacerlo en la pausa entre contracciones, no en el acmé de la misma, para que el dato sea fiable, pues durante éste, la frecuencia e intensidad del latido, suele variar.
Lo más importante de un parto es que el feto no sufra un parto traumático que pueda acarrearle secuelas, a veces, graves y duraderas.

Los recién nacidos y los bebés, tienen una capacidad de recuperación maravillosa. Yo lo aprendí asistiendo partos y eso me sirvió para no asustarme y darlo todo por perdido, en casos de sufrimiento fetal
.
Desde luego, no se debe empezar un parto en casa, con un feto que sufre, sino que hay que averiguar, cuidadosamente, la causa del sufrimiento y tratar de hacerla desaparecer, pero si todo está en orden, la matrona no tiene que estar las horas muertas al lado de la parturiente, esperando, sino que es la mujer quién debe hacerse cargo de su propio parto, cuyo desarrollo minucioso debe conocer.

Por ejemplo, tradicionalmente se ha dividido el parto de forma bastante simple, en tres períodos, dilatación, expulsión y alumbramiento y eso es lo único que la mujer sabe del mecanismo del parto. Pero cada uno de esos tres períodos está subdivido y conviene que la embarazada lo sepa.

Antes de comenzar a dilatarse el orificio uterino, hay una fase previa de ablandamiento del cérvix y formación del segmento inferior del útero mediante el cual las fibras musculares uterinas se disocian y forman dos grupos que se comportan muy diversamente. Las fibras longitudinales, contráctiles, empiezan débil y desorganizadamente su trabajo, contrayendose y tirando del cérvix, de abajo a arriba, de forma suave y discontinua. Estas primeras contracciones, llamadas pródomos del parto, provocan achatamiento, endurecimiento y reducción del tamaño del útero, dentro del cual, el huevo humano empieza a presionar, de arriba a abajo.

Por lo general, la embarazada tiene una idea muy errónea del trabajo del parto, cree que con muy pocas contracciones el cérvix se dilata lo sufiente como para permitir el paso del feto y que la salida del mismo es inminente y tan rápida como un disparo de fusil. No tiene ni la menor idea de que natural y fisiológicamente, a la dilatación precede un período de reblandecimiento del cérvix. Tampoco sabe que para que se amplie el orificio cervical, primero se tiene que aplastar contra el polo inferior del útero, incorporándose a él, para formar parte del segmento uterino inferior.

Si al llegar al período de dilatación, el saco amniótico ha permanecido íntegro, que es muy deseable, porque está destinado a representar un papel importantísimo en la dilatación, pues apenas se ha agrandado algo el orificio cervical, a impulsos de la presión que, a consecuencia de la contracción,


sufre el líquido amniótico, una pequeña parte de la bolsa se introduce en el orificio cervical y, a cada contracción lo va expandiendo, circularmente.

De esta forma, la dilatación completa se efectúa, gracias a tres fuerzas, la fibra muscular uterina que tira, de abajo a arriba, el huevo humano con el feto dentro, que, atraído por la fuerza de gravedad de la Tierra, empuja, de arriba a abajo y la parte de la bolsa introducida en el orificio, que a cada contracción se hincha y aumenta de tamaño, porque, el líquido contenido en ella toma presión y agranda el orificio todo alrededor.

La dilatación normal de orificio uterino se efectúa de esta forma, naturalmente y en el parto en casa está contraindicada cualquier manera artificial de llegar a ella, tanto goteos, inyecciones o pastillas sublinguales, como la dilatación manual.

Es preferible esperar y que sea la Naturaleza la que ejecute espontáneamente ese trabajo. A veces, los occitócicos tienen efectos inesperados y hay que evitar, a toda costa, que se produzca la menor complicación. Mi experiencia es que la dilatación natural, si se realiza en un
cérvix debidamente reblandecido, es muy soportable, a pesar de ser la parte peor del parto y no hace falta que las contracciones sean fuertes y seguidas.
Yo he visto, muchas veces, llegar a la dilatación completa con contraciones tan suaves que la mujer creía que “aún no era parto”.

La dilatación digital, es muy molesta y dolorosa para la parturiente, hay el peligro lejano de rotura o infección y es casi seguro de que el cérvix se edematice, pues no está hecho para ser manoseado.

Además, lograr la dilatación completa, no es finalizar el parto porque es imprescindible que los diámetros del cráneo fetal y los de la pelvis materna, sean compatibles.



No es cierto que los huesos de la pelvis “crujan y se separen” duranteel parto. Los huesos de la pelvis de una mujer en edad fértil están firmemente soldados y no hay gimnasia, ni fuerza humana que pueda separarlos . Para que el parto se realice por el diámetro más adecuado hay que cambiar de posición la cabeza fetal, que es la única parte movible y es el


propio feto quién sabe y puede hacerlo, gracias al instinto de nacer que posee el feto a término. Pero para que pueda llegar al período expulsivo en las debidas condiciones, hay que consentirle que haga sus cuatro movimientos en paz. Empezar los “pujos” con el feto en posición incorrecta, es como intentar meter un palo atravesado por una ventana y si la cabeza fetal está debidamente rotada y flexionada, los “pujos” suelen ser innecesarios porque el feto debe salir solo, gracias a la contracción de los músculo abdominales.

La matrona tiene que concienzarse de que el parto lo hacen entre el feto y la madre. Mientras en el útero materno se está efectuando la dilatación, el feto se va colocando en la posición debida para descender en la cavidad pelviana, camino de la salida.

Yo tuve la suerte de aprender a vigilar el parto así, al mismo tiempo que escuchaba el latido cardiaco fetal, calculaba a qué plano estaba llegando la presentación y cuantos centrímetros de dilatación tenía el cérvix, matando dos pájaros de un tiro y evitando a la parturiente la molestia de los reconocimientos internos de los que yo guardaba muy mal recuerdo, de cuando nació mi única hija.

EL PERÍODO EXPULSIVO

Este temido período, del que las mujeres no se quieren enterar y en el que, ahora, ponen anestesia epidural, en el hospital, en todos los casos, no es, paradójicamente, lo más doloroso de un parto que haya transcurrido normalmente.Cuando el orificio uterino ha alcanzado su dilatación total, hay datos que así nos lo indican. En primer lugar, las contracciones uterinas cesan, como si cumplida su misión, el útero comunicara “Bueno, la puerta ya está abierta, ahora qué más hay que hacer.”

Si la mujer ha transcurrido el tiempo empleado en la dilatación deambulando y alternando perìodos en los que permaneció, en pie o sentada,
es decir, si no lleva horas acostada boca arriba, postura que no la habrá favorecido en absoluto, el feto cae, por su propio peso, dentro de la vagina y
con ello comienza el período de expulsión.


Un dato seguro, visible a simple vista es que el periné empieza a abombar, esto es, se empieza a formar, a sus expensas, el canal blando del

parto. El periné, como otros órganos y partes del organismo, tiene en éste dos funciones. Una pasiva, cerrar el abdomen por su parte inferior, conservando en su debida posición las vísceras contenidas en el mismo y, en
la etapa final de la procreación, en el parto, entra en su parte activa, convirtiéndose en el canal blando del parto, cuya misión es frenar el impulso
ejercido sobre el feto por los músculos abdominales para que la salida del feto, el tremendo paso de un mundo a otro se haga con suavidad, dulcemente y no de sopetón y dé tiempo a preparar el ambiente para que el nacimiento sea lo menos traumatizante posible para el feto.

La cabeza fetal empieza a salir por el occipucio y va progresando, lentamente, milímetro a milímetro, protegida por el periné, que va retrocediendo poco a poco.

La episiotomía no sólo es innecesaria, sino perjudicial, pues si la cabeza sale bruscamente, sin protección alguna, posiblemente sean muy desagradables, para el recién nacido, la luz, el aire y el ruido.

La acción protectora del periné se ve reforzada con la maniobra de Olshausen, más moderna que la clásica de Bumm y creo que preferible y que es la que yo utilizaba, pues al mismo tiempo que la mano derecha impide la deflexión de la cabeza fetal y la salida brusca de las eminencias frontales, el pulgar de la mano izquierda protege suavemente la horquilla, la
zona del periné que más peligro tiene de desgarro, pero que en caso de que se produjera, un punto de cagut suele bastar para suturarlo, porque no habrá interesado la complicada trama muscular del periné.

En el perìodo expulsivo están contraindicados no sólo la brutal expresión de Kristeller, sino también los “pujos”, pues los músculos abdominales, muy bien entrenados por ejecutar diariamente funciones muy semejantes a la expulsión fetal, saben como hacerlo suave y pacientemente.

No hay necesidad de correr asistiendo un parto en casa, en realidad,
en la vida, no hay necesidad de correr para nada ni de hacer ninguna cosa deprisa, si se quiere que salga bien, dice el refrán “Despacito y buena letra” y así se debe asistir el parto en casa, sabiendo lo que tiene que pasar y esperando a que pase, sin nerviosismo ni precipitación

EL PERINÉ

Uno de los mejores, acaso el mejor, de todos los tratados de obstetricia en los que estudié, fue el del profesor Bumm en el que se explica, de manera clara y correcta la forma de proteger el periné contra los desgarros, procedimiento que todas las matronas de mi época, cuando había
Escuela oficial, carrera independiente y Colegio Profesional de las mismas,utilizábamos, después de haber aprendido cómo se hacía, técnica y
prácticamente.

Además, yo quise ampliar mis conocimientos sobre la protección del periné y compré un libro que aún conservo, titulado “Las peritomías”, debido a la pluma del doctor Colmeiro Laforet y publicado, en Burgos, en 1943. ¡Lástima de dinero que me gasté en una época que disponía de tan poco! Porque, después de enterarme de cómo era el periné, qué músculos lo componían y cuál era su misión en el organismo,confieso, humildemente, que no me atreví, en ningún parto, de los muchos que he asistido, a esgrimir las tijeras para realizar una episiotomía, no solamente porque no estaba segura de que mi perinorrafia fuera a dar los resultados apetecidos, sino también porque me daba repeluzno cortar en un sitio tan íntimo y delicado a un ser tan semejante, tan igual a mí, que era como si me estuviera cortando a mí misma.

Como mal menor, decidí intentar por todos los medios a mi alcance que no hubiera desgarro y las contadas veces que no lo conseguí, siempre fuera un insignificante desgarro de horquilla para suturar el cual bastaba con un solo punto de cagut.

Me propongo contar de qué manera protegía yo el periné, con resultados bastante satisfactorios, para evitar desgarros en los partos asistidos en casa. En mi más tierna infancia, mi buena madre me enseñó a observar, a escuchar y a pensar, me enseñó que todo tiene, un motivo, un origen, un principio y que, en ellos debemos apoyarnos para evitar contratiempos y fracasos.

Para evitar que se desgarre el periné, hay que hacerse, ante todo,estas
tres preguntas:
1.- ¿Por qué se desgarra el periné?
2.- ¿En qué momento del parto se desgarra?
3.- ¿Qué parte del periné es la más expuesta?

Se conoce con el nombre de periné, el conjunto de tres capas de músculos que forman el suelo de la pelvis y tiene, en el organismo, un doble papel, cerrar, por su parte inferior la cavidad abdominal y “abrir la puerta” en los casos en que el útero, el recto o la vejiga tienen que vaciar su contenido. Es extraordinariamente flexible y sus complicada musculatura está dotada de un mecanismo autónomo cuyo funcionamiente es semejante al de los demás órganos del cuerpo. Bajo la dirección del cerebro, sus fibras trabajan estirándose o encogiéndose y con ese trabajo consumen oxígeno y energía y producen cansancio y anhídrido carbónico y, por supuesto, en condiciones normales, no causan dolor

El periné ejecuta dos tareas muy importantes, una pasiva y otra activa.
Cierra la cavidad abdominal, por su parte inferior y toma parte activa en el parto estirándose, relajándose, ampliándose y formando parte del último trayecto que el feto debe recorrer, el canal blando del parto que ejerce un suave y necesario efecto de frenado protector, para que la cabeza fetal se desprenda por grados, lentamente y no hay ningún peligro para la seguridad del feto en que lo haga así porque la oxigenación de la sangre fetal está asegurada por la persistencia en la circulación sanguínea en el cordón umbilical.

1.- Porque se desgarra el periné en el parto.

En la actual civilización, en la que sobre el parto se saben ya muchas cosas, no es admisible llegar a la conclusión que el periné se desgarra siempre y “porque si” y que el único modo de evitarlo sea realizar una amplia episiotomía, seccionando la complicada anatomía de la zona, acaso sin estar completamente seguros de ser capaces de reconstruirla, músculo a músculo, de forma que el periné pueda, en el futuro, seguir desempeñando las funciones que le están encomendadas.

El periné no es nunca, no puede serlo, precisamente por su elasticidad, obstáculo para el parto, ni siquiera cuando tiene cicatrices, que lo endurecen y reducen, más o menos, su capacidad de dilatación, siempre se rompe antes que impedir que el feto salga.

Dado que ninguna parte del cuerpo funciona independientemente del resto del organismo, cabe la sospecha de que si el parto no ha seguido desde su comienzo un desarrollo natural, sino que se ha precipitado y manoseado, es muy posible que la musculatura perineal no haya tenido tiempo de enterarse de que el feto iba a salir y que tenía que prepararse para que éste pudiera hacerlo de forma suave, sin violencia, poco a poco, dando tiempo a que se forme el canal blando del parto, sin “enmendar la plana” a la Naturaleza, suprimiendolo de un tijeretazo.

Yo me he pasado la vida aprendiendo cosas, recordando lo aprendido y tratando de aplicarlo. De 1950 a 1960, esto es, durante diez años estuve prestando mis servicios como Matrona de salidas en la Beneficencia Municipal de Madrid y tuve ocasión de ver bastantes mujeres que habían dado a luz en sus domicilios sin asistencia y, aunque parezca increíble, nunca hubo que suturar desgarros a ninguna, pues a pesar de no haber tenido
protección, el periné había desempeñado perfectamente, su papel en el parto, había cumplido la misión para la que fue creado, lo que me hizo pensar mucho sobre la inutilidad de la episotomía y, si me apuran un poco, de la protección del periné, cuando no se interviene en el parto, sino que se consiente que evolucione de forma natural.

Es posible que la manera en que se haya conseguido llegar a la dilatación completa tenga una influencia decisiva en la elasticidad del periné, requisito indispensable para que no se produzca desgarro. Esta cuestión es algo sobre lo que las futuras matronas deberían investigar a fondo, ¡suponiendo que sigan existiendo matronas! Por mínimo que sea el desgarro, es un incidente desagradable, tanto para la parturiente, como para la matrona. Lo ideal debe ser que, después del primer parto, el periné de la puérpera quedase como si no hubiese parido.

Previo al parto, hay un período que se llamaba pródomos del parto, durante el cual, por medio de contracciones, débiles, fugaces y desorganizadas, se forma o acaba de formarse, el segmento inferior del útero para conseguir el indispensable reblandecimiento del cérvix, previo a su aplastamiento, borrado y dilatación. Si no se ha prestado la debida atención a esta fase del parto, ignorándose que de ella dependen, a veces, el éxito o el fracaso de la función, la dilatación de un cérvix resistente y duro, será más larga y difícil. En cambio, si el cérvix estaba blando, el período de dilatación habrá transcurrido, con la colaboración inteligente de la embarazada, sin nervios y sin prisas. Si se ha respetado el ritmo natural de la dinámica uterina, si la parturiente se ha resignado a aguantar las contracciones sin resistirse a ellas, sino ayudándolas por medio de la postura y de la respiración adecuadas, las contracciones habrán sido, todo lo más
molestas, pero sin llegar a ser dolorosas, y el largo y engorroso perìodo de

dilatación habrá transcurrido con sensatez, con optimismo y con la información debida. Si se ha esperado, no sólo a que la dilatación fuera completa, sino a que el feto haya realizado los movimientos necesarios para iniciar el perìodo expulsivo, en la debida posición, lo más probable es que el periné no presente ningún problema, que se preste, eficazmente a desempeñar su papel de canal blando del parto y que su relajación permita el paso, sin desgarro ni laceración de los diversos diámetro del feto, que debe presentar, a su salida, el bi-occipital, que es el menor, flexionando, de forma espontánea, la cabeza sobre el tórax.

2.- En que momento del parto se desgarra el periné.

Lo natural, lo normal es que la cabeza se vaya desprendiendo poco a poco, milímetro a milímetro, conforme el canal blando del parto va retrocediendo, el periné recobrando su dimensión y el anillo vulvar va cediendo, pero cuando ya ha salido la parte posterior, desde la coronilla a la frente y el feto ejecuta el tercer movimiento, esto es, el de deflexión, con la salida brusca de las eminencias frontales, el periné corre peligro de desgarrarse y hay que evitarlo por medio de una protección correcta.

En caso de feto grande o primípara añosa, es recomendable la maniobra, más moderna de Olshausen, en sustitución de la clásica, de Bumm, que era la que siempre se hacía en todos los partos.

EL ALUMBRAMIENTO

El alumbramiento no es sinónimo de parto, sino la etapa de éste en que, una vez nacido el feto, se exoulsa la placenta y las membranas que forman el saco amniótico.

El alumbramiento se produce por medio de contracciones uterinas y suele tardar de 15 a 20 minutos,desde la expulsión fetal porque el utéro tiene
que recuperarse, de la fatiga del parto y adaptarse a su nueva dimensión.
Antiguamente se pensaba que lapermanencia de laplacenta dentro del útero era peligrosa porque tenía vida y movimiento propio y podía trasladarse por el organismo, llegar a órganos vitales y provocar la muerta.
Si pasados unos minutos no salía, había que sacarla, aunque no se recomendaba hacerlo tirando del cordón umbilical porque ya se sabía que ello podía provocar una inversión uterina, sino que metían la mano dentro del útero y arrancaban la placenta de su inserción, rascando poco a poco.
Hasta que el célebre cirujano inglés José Lister (1827/1912) publicó su libro: “Cirugía antiséptica y Teoría de los Gérmenes”, supongo que la infección puerperal sería la natural consecuencia de las maniobras para lograr el desprendimiento manual de la placenta, porque los guantes de goma no se inventaron hasta 1898.

Ahora nos horrorizamos de las técnicas obstétricas de antaño, pero, a veces me pregunto qué pensarán las gentes de los siglos venideros de las modernas técnicas actuales.

Yo he asistido la mayoría de los partos a domicilio, entre clientela modesta y sola, aunque tenía la opción de consultar al tocólogo o acompañar
a la parturiente a un lugar donde pudieran resolver, con las debidas garantías, cualquier problema obstétrico. Además de numerosas Maternidades, esto es, clínicas especialmente dedicadas a la obstetricia, donde, para más seguridad en la asepsia no se admitían mujeres verdaderamente enfermas, aunque se llamaba “enfermas” a los parturientes y a las puérperas, yo tuve en honor de inaugurar, en la calle Montesa de Madrid, al principio de los años 50, el Equipo Tocoginécologico Municipal de Urgencia, número 1”, al que siguieron, al poco tiempo, otros dos “Equipos”, números 2 y 3, en distintos barrios de Madrid, donde un plantel de especialistas, reclutados mediante oposición, solucionaban de manera rápida y eficaz, cualquier caso obstétrico difícil, para lo cual se contaba con medios y experiencia suficientes.

Entonces era fácil asistir partos en casa porque nos sentíamos respaldadas por los conocimientos que habíamos asquirido en una “Escuela Especial, por nuestro título y nuestro Colegio Profesional independiente, por el consenso de una población la de comadrona era una profesión libre, reconocida como benemérita y necesaria y, en último término, Centros donde especialistas muy cualificados, nos ayudaban a resolver dificultades, actuando, mayoritariamente, como maestros y no como críticos.

No hay más remedio que reconocer que la Sanidad Oficial Española,
que suprimió, ilegalmente, de un plumazo, una profesión legalmente establecida y el derecho de la mujer a parir naturalmente, lleva camino de conseguir sus propósito de convertir el parto en un acto médico y, cada vez con más frecuencia, quirúrgico porque parir en casa hoy es rarísimo y muy arriesgado porque ni la mujer ni la matrona están preparadas para ello.

La embarazada está archiconvencida de que el parto es una grave enfermedad, de que tanto ella como su bebé corren un gran peligro, del que sólo pueden salvarse en un gran hospital, entregandose en manos de un numeroso Equipo que dispone de drogas, máquinas, instrumentos e intervenciones para sacarlas del atolladero. Una propaganda machacona, desaforada e inexacta se lo ha hecho creer así. El embarazo, lejos de ser, como en el pasado, “un don de Dios”, se ha convertido en la tremenda amenaza de un peligro que fatídicamente llegará. No es extraño que la pobre
embarazada llegue aterrorizada al parto, sumisa y obediente a mandatos que,
no sólo van a salvar su vida, sino también la de su hijo y vaya al hospital con la idea de que es esa la “única solución posible”, de que la Seguridad Social no financia el parto en casa porque no es recomendable parir naturalmente.

Las escasas embarazadas que, amparadas en el ejemplo de sus madres y abuelas, así como en los casos de gentes sin hogar o emigrantes que dan a luz solas, sin asistencia alguna porque ya no hay Maternidades ni “Equipos” donde las mujeres sin recursos puedan dar a luz, lleguen a pensar que el parto no debe ser tan peligroso como dicen, que “no es tan fiero el león como lo pintan”, osen quedarse a parir en casa, contando con ella y con
una familia y unos medios que le permitan sufragar los gastos de “un parto de lujo”, según criterio oficial, no serán consideradas como gente normal, sino, según las opiniones, como heroínas y émulas de aquellos primeros cristianos que se dejaban devorar por las fieras en los circos romanos o como fanáticos paganos que sacrificaban a sí mismos y a sus hijos, a crueles ídolos en que que creían a pie juntillas.

Yo que siempre he considerado el parto como un acontecimiento fausto, que siempre he acudido a asistirlo con alegría, fuera cual fuere la forma en que hubiera de verificarse y las consecuencias que el nacimiento fuera a tener, a veces siento una gran preocupación por mis modernas colegas, por quienes han sentido, como yo, el gusanillo de ayudar al prójimo
y de ponerse de parte de la verdad, por encima de todo.

La verdad es que el parto es la consecuencia, la última fase del proceso de reproducción vivípara, mucho más complicado y con más motivos de dolor y de peligro en las etapas anteriores, en las que no duele y la embarazada no tiene más dolor que la preocupación de que ha de llegar, inexorablemente, el temido parto y lógica, razonablemente, no se le debía tener miedo, pero la matrona que se arriesga a asistir partos a domicilio, es como si se colocara fuera de la Ley, como si el parto en casa fuera un contrabando.

Acaso sobre ella penda, también, la tremenda “espada de Dámocles” que lo hace sobre la cabeza de cada embarazada, aquel “lo que pueda pasar”, el pánico cerval a algo que no se sabe lo qué es, pero algo terrible que puede pasar en casa y que nunca ocurrirá en el hospital.

Creo que yo no sería capaz de asistir correctamente al parto en un ambiente como en el que posiblemente lo hacen mis indefensas, mis desvalidas colegas a quienes siempre he querido, admirado y defendido.

Comprendo que hayan tan pocas matronas que asistan partos en casa,
que tengan miedo de hacerlo porque si sucediera “lo que puede pasar”que, a juzgar por el miedo que inspira, debe ser una hecatombe. La pobre matrona que asistió el parto no tendría defensa posible, porque la embarazada que no quiera parir en el hospital, bien porque no lo juzgue sitio aparente para ello o porque esté convencida de que el parto es un acontecimiento íntimo y natural que debe realizarse en un marco adecuado, tiene la solución de parir en una clínica privada en la que “lo que pueda pasar” sea casi imposible y en la que, si por verdadera casualidad, algo indeseado pasa, la responsabilidad no será de la matrona porque ella cumplió con su deber al prestar sus servicios en un establecimiento y no como profesional libre.

Ha sido pensando, en que matronas como yo, puedan verse en dificultades y en apuros por lo que me he decidido a explicar qué es lo que hacía yo, cómo asistía los partos, cómo evitaba las complicaciones y solventaba las dificultades.

No se me oculta que la situación ha cambiado, que a veces, parece como si viviéramos en otro mundo en el que muchos “tabús” y también muchos valores han desaparecido y no se sabe aún si una cosa compensa a la otra. El parto, la madre, los hijos, la familia, la casa, etc. etc., ya no tienen las mismas connotaciones que antes, ni las personas tenemos las mismas categorías, los mismos conceptos rígidos, en los que se apoyaban las diferencias.

Hace muchos años, Carlos Gardel popularizó un tango que decía “Siglo XX, cambalache problemático y febril....” Lo conservo todavía en mi
memoria y me parece que fue profético, sobre todo en la segunda mitad del Siglo XX, en la que parecía que todo lo aprendido, todo lo probado y experimentado, no valía para nada en un mundo nuevo en el que el dinero y una “ciencia” moderna, en manos de unos pocos ambas cosas, sean los señores feudales de hogaño y el resto de los mortales seamos sus siervos, sometidos, sin remedio, a sus leyes y mandatos.

No obstante, por si a alguna colega pudiera servirle de algo, voy a explicar cómo se produce, fisiológicamente, el alumbramiento y de qué manera me las ingeniaba yo para acelerarlo y evitar sus posibles retardos, molestías y peligros.

Yo sabía que la placenta estaba fuertemente adherida a la pared uterina por innumerables venas y arterias, que se comunicaban con el feto por medio del cordón umbilical para hacerle llegar el oxígeno y los nutrientes necesarios para su desarrollo y su crecimiento y retirar de la sangre fetal los productos de desecho para que, recogidos en la placenta, el sistema venoso de la madre se encargase de eliminarlos. Que la placenta se había formado espontáneamente, a costa de las vellosidades coriales que habían logrado inserirse en la mucosa uterina, especialmente preparada para ello durante la fase foliculínica del ciclo mensual de la mujer en edad fértil, sabía que su formación y desarrollo se verificaba a protegida por la progesterona que el propio organismo de la embarazada se encargaba de producir y, por último sabía que la placenta había sustituído al alantoides, cuando el embrión se había convertido en feto, para mayor garantía del desarrollo y crecimiento de éste. También sabía que, una vez nacido el feto, el papel de la placenta era ya inútil y el organismo de la madre se desprendería por sí mismo de ella. Desde luego, las matronas antiguas sabíamos muchas cosas que modernamente se consideran inútiles, para que las conozcamos, ni nosotras ni la embarazada.

El “vicio” de pensar que me inculcó mi madre a muy temprana edad, me incitó a enterarme de que modo y manera que desprendía el utero de la ya inútil placenta, una vez nacido el bebé. En los libros de obstetricia aprendí que el utero se libraba de la placenta por uno de estos dos mecanismos:
a) Tipo Schultze. en el que la placenta empieza a desprenderse por la parte central, permaneciendo adherida al útero por los bordes. la sangre procedente de los vasos rotos forma en el interior del útero, en el centro de la placenta el llamado coágulo retroplacentario, cuyo peso hace que la placenta complete su desprendimiento, desde el centro hacia los bordes, poco a poco, sin violencia ni intervención ajena. La presión o masaje abdominal sobre la recién parida, no sólo es inútil para el alumbramiento, sino perjudicial, pues puede deshacer el coágulo o fraccionarlo, restando o impidiendo su acción de “peso” que es lo que contribuye, eficazmente, a finalizar el desprendimiento total. Este tipo de alumbramiendo es el más frecuente y no produce hemorragia porque al seguir la placenta pegada por sus bordes, la sangre que brota de los vasos rotos, no sale, sino que contribuye a engrosar el coágulo ya formado, así como su peso. influido por la fuerza de gravedad, obliga a la placenta a caer
en la vagina y a salir, espontáneamente, por su cara fetal y arrastrando en su caída a las membranas, a las que está pegada.

b) Tipo Duncan. La placenta empieza a desprenderse por un borde. no se forma el coágulo retroplacentario, sino que la sangre que brota de los vasos rotos, en el punto donde empezó el desprendimiento, resbala por la vagina y sale, más o menos abundante, al exterior. Al no formar el coágulo, falta la eficaz acción de su peso contribuyendo al desprendimiento y caída de la placenta y las membranas, hace que este tipo de alumbramiento sea más lento y vaya siempre acompañado de hemorragia, lo que, a veces,
obliga al obstetra a intervenir, casi siempre con la maniobra conocida como de Credé. para acelerar y completar el desprendimiento.

Tanto en un tipo de alumbramiento como en el otro, el desprendimiento y expulsión de la placenta y las membranas se efectúa por medio de contracciones y es digno de tenerse en cuenta que, cuanto más suave y natural haya sido la dilatación, menor cansancio y más energía conservará el útero para realizar la actividad cúntráctil que aún debe llevar a cabo, después de nacimiento, tanto en el alumbramiento, como en la formación del globo de Pinard y la evolución puerperal del útero.

Sería deseable que la ecografía pudiera darnos datos útiles y precisos sobre la zona de inserción de la placenta. Se presume que si la placenta está insertada en el fondo del útero, su desprendimiento será del tipo Schultze y el alumbramiento sencillo, sobre todo si la mujer no permanece durante el mismo, en decúbito supino y no habrá hemorragia previa. Sería muy útil saber de antemano cómo se presentará el alumbramiento para poder obrar en consecuencia.

Una vez expulsada la placenta, es conveniente examinarla para comprobar la integridad, tanto de ella, como de las membranas.

Si el alumbramiento ha sido del tipo Schultze, es casi seguro que la placenta esté integra y, a veces, ni siquiera es nacesariolavarla para cerciorarse de ello. Basta ver que los cotiledones conservan su forma intacta y que la superficie que estaba adherida al útero, presenta un brillo como un barniz azulado. Hay que fijarse muy bien en cada detalle para evitar durante el puerperio, sorpresas desagradables. Una pizca insignificante de tejido placentario, puede proliferar y no sólo retrasar y dificultar la involución uterina postpartum, sino provocar graves metrorragias. Esto es algo de lo mucho que aprendí de mi paso por el Equipo Ginecológico Municipal de Urgencia, de Madrid.

No me acuerdo dónde ni cuando leí que la succión de la mama producía contracciones uterinas y como no veía en ello ningún peligro, a la primera ocasión me decidí a probarlo. Apenas el recién nacido iniciaba, de modo espontáneo su respiración, yo se lo entregaba a la madre, sin siquiera cortar el cordón, operación que no es tan urgente como el vulgo cree, sino que es preferible esperar a que la respiración se instaure y la circulación umbilical cese, ayudándola a que se lo pusiera al pecho. En cuanto el recién nacido empezaba a mamar, la madre tenía contracciones uterinas y la placenta se desprendía y salía, sin ningún problema. Verefique este recurso innumerables veces y nunca me falló ni tuve utilizándolo ningún problema y os aconsejo que lo probeis porque no tiene contraindicación. Al recién nacido le beneficia, por varios motivos, que sea el calostro materno lo primero que ingiera al nacer y, tanto a él como a su madre, ese primer encuentro les será más beneficioso cuanto más precoz sea.

Una ver realizado el alumbramiento, se suele producir rápida y espontáneamente, una fuerte y persistente contracción uterina que da lugar a la formación del llamado Globo de seguridad de Pinard. A través de las cubiertas abdominales, se puede apreciar el útero, convertido en una pelota dura, reducido de tamaño y con tendencia a desplazarse.

En la asistencia domiciliaria al parto es muy importante, no sólo que la puérpera y su familia se queden contentos y satisfechos del servicio que les hemos prestado, sino que no tengan que volver a llamarnos urgentemente y para evitarlo, en vez del clásico Methergin, que no quería usar porque su acción es dolorosa y, a veces, no completamente segura, yo prefería colocar un peso sobre el globo de Pinar para que éste no se desplazarse, recomendando a la puérpera que lo conservade en su sitio para evitar que el globo se desplazase y, sobre todo que subiera por encima del ombligo en las próximas seis u ocho horas, con lo cual yo me iba a casa tranquila y segura de que a retracción uterina sería la normal, sin tener que hacer pasar a la mujer por el desagradable tributo de los “entuertos”.

CUIDADOS DEL PUERPERIO

Una de las muchas ventajas del parto en casa consiste en que la misma persona que ha asistido al parto, puede cuidar y vigilar los primeros días del puerperio, lo cual asegurará una recuperacón óptima de la recién parida y la solución de una serie de pequeños problemas que desconocidos o no remediados, pueden agrandarse.

El parto es una función normal y no tiene porqué dejar secuencias, pero siempre habrá sido un trabajo físico extraordinario del organismo y un trance muy importante en la vida de la mujer que forzosamente habrá impresionado su psique.

Una vez acabado el parto, la idea predominante era que la mujer estaba cansada y debía dormir. Para ello se sacaba al bebé de la habitación para que no molestara y la mamá pudiera descansar, pero también existía la regla opuesta, que la puérpera no debía, dormirse, ya que durante el sueño podría tener una hemorragia y no enterarse.

Mi opinión, fruto de una larga experiencia, es que la hemorragia postpartum es perfectamente previsible y consecuencia del mismoy, por lo tanto, se puede decir que ni tanto ni tan calvo. Según como haya transcurrido el parto, se puede dejar a la puérpera que eche un sueñecito y someyerle a una más o menos rígida vigilancia. En esto como en todo lo demás, es ella quién decide. Es muy raro que después de un parto transcurrido con normalidad, la mujer concilie el sueño, sobre todo si se trata del primer hijo, porque la emoción, la alegría de de ser madre son tan grandes que selo impedirán. Lo normal, lo corriente es que el bebé se haya quedado dormido, mamando y que la madre contemple, extasiada, como duerme su niño plácidamente. Es una equivocación separar alniño de su madre, apenas nacido. En los primeros días de su vida, el bebé debe estar lo más cerca posible de su madre, porque acaba de separarse de ella y ambos se necesitan el uno al otro.

Durante el puerperio, la mujer debe ir recuperando, poco a poco, su vida normal. Debe levantarse de la cama al día siguiente y atender, por sí misma a su higiene personal. Creo preferible la ducha al baño, porque la vulva y vagina habrán quedado flojas y entreabiertas y el agua del baño podría introducir germenes. La vagina tiene sus propias defensas, principalmente a caego de los bacilos de Doderlein, pero es preferible no exponerse a ningún riesgo.

En mi época de actividad, las matronas teníamos la obligación de visitar a la puérpera hasta que el bebé “daba el ombligo” y en estas visitas yo qprendí mucho, suprimí algunas tareas e introduje e introduje otras nuevas. Por ejemplo, creí innecesario que fuera la matrona quién lavara los genitales a la mujer y quién hiciera la cama la cama. En cambio, la enseñaba a lavarse sola, con agua a la temperatura del cuerpo, sin necesidad de hervirla, añadiéndola una cucharadita de sal. El lavado se debía hacer poniendo el agua en una jarra grande de cristal, sentándose del retrete y dejando caer el agua, de arriba a abajo, de forma que escurriera de la vulva al ano, siempre agua limpia y secarse igualmente de la vulva al ano, con una toallita bien limpia. Les recomendaba lavarse así cada vez que se cambiaden la compresa higiénica, cosa que debían hacer a menudo. Les explicaba el porqué de los loquios y de su cambio de aspecto y cantidad, conforme avanzaba el puerperio.
Vigilaba atentamente la altura, tamaño y consistencia del útero, para deducir como se estaba verificando la involución uterina, con intención de comunicar al tocólogo cualquier anormalidad que observase. Examinaba los loquios, los senos y los pezones, para asegurarme de su normalidad. Enseñaba a la mamá novata a dar el pecho, a curar el ombligo. a bañar y a vestir al niño, luchando denonadamente por desterrar supersticiones e ideas
equivocadas sobre el bebé y su crianza.

Era un engorro tener que ir cada día a visitar a las puérperperas, por aquellos andurriales que eran los barrios de mi zona, pero creo que valía la pena y que era una tarea útil convencer a la mujer de que, después del parto, ella no era una convaleciente ni una inválida, sino una mujer sana y capaz de asumir las obligaciones que su nuevo estado de madre le acarreaba
y conseguir que lo hiciera con alegría, pericia e inteligencia, sabiendo cómo se hacían las cosas y por qué, valiéndose de sí misma.

COMO Y CUANDO CORTAR EL CORDÓN

Durante su vida intrauterina, el feto no respira, su sangre es arteriovenosa y el oxígeno y los nutrientes que su organismo necesita los obtiene de la sangre de la madre, a través del cordón umbilical. Para asistir el parto en casa, la comadrona debe saber cómo y cuándo cortar y ligar ese cordón para obtener los mejores resultados.

Yo estudié la carrera de matrona para investigar por qué dolía el parto, un dolor que me parecía completamente injusto y desproporcionado, para el que no se daba ( y sigue sin darse) explicación alguna. Satisfecha, en 1955, mi curiosidad sobre este punto, surgieron otras muchas preguntas, todas relacionadas con el embarazo y el parto, entre ellas el papel del cordón umbilical, porqué deja de latir, cuando y como se debe cortar y ligar.

El cordón umbilical es el nexo que une, que liga al nuevo ser con su madre. Se forma muy prematuramente y, mucho antes de que el embrión se convierta en feto, sustituye a la vesícula umbilical y a la alantoides en la tarea de proporcionar al nuevo ser, transportándolos desde la placenta, los elementos necesarios para su desarrollo.

Se compone de dos arterias y una gruesa vena, envueltas y protegidas
por una masa elástica y resbaladiza de color blanco nacarado, con reflejos azules que transparentan sangre contenida en sus vasos, conocida como la
gelatina de Wharton. El cordón umbilical tiene una longitud aproximada de 57 cms y un diámetro de 12 a 20 mm. El mejor momento de cortarlo es cuando ya ha dejado de latir.¿Cuándo y por qué deja de latir el cordón? ¿Cómo afecta este hecho al recién nacido? ¿Qué cambios ocurren, entonces en su organismo?

El cordón deja de latir cuando el recién nacido empieza a respirar y al
hacerlo, el bebé ha inundado de aire sus pulmones, el oxígeno del aire puede pasar directamente a la sangre del bebé, ya no es necesario transportarlo desde la placenta al feto. El cordón umbilical deja de latir, de funcionar, cuando ya no pasa por él una sangre oxigenada que el bebé ya no necesita, porque sabe oxigenar automáticamente, su propia sangre.

El recién nacido debe empezar a respirar de manera espontánea y suavemente. Por fortuna se han superado los tiempos en los que al recién nacido se le depositaba sobre una superficie dura y fría y se le azotaba para provocar su llanto y con él, la respiración, ahora se le suele dejar, por lo menos a los nacidos en casa, sobre el mórbiso y cálido abdomen de la madre
y es de sentido común que, por bien asistido que sido el parto, el nacimiento debe ser, para el recién nacido, un trance bastante desagradable

No debemos olvidar, el brusco y drástico cambio que sufre el feto al convertirse en recién nacido. El feto estaba flotando en el vacío, rodeado de un líquido suave y resbaladizo, a la temperatura justa y siempre igual, sin estar sujeto ni agarrado a ningún sitio, protegido de la luz, del aire, del ruido, mecido por los movimientos de la embarazada y arrullado por el tictac del corazón materno. Al final del embarazo ha terminado ya de autoconstruirse, no tiene otro que quehacer que esperar el parto, ejercitando, de vez en cuando, sus miembros para comprobar si serán capaces de funcionar.

Suponemos que no sabe qué es el mundo ni lo que le va a pasar en él,
pero lo que le pasa, nada más nacer es que el peso de la atmósfera, “aplasta”
su frágil cuerpecito, que manos duras le agarran, que el aire penetra con violencia en sus bronquios, expandiendo por fuerza los pulmones colapsados, que el frío, la luz y el ruido salen a su encuentro, como fieras feroces dispuestas a devorarlo.

Lo menos que humanamente se debe hacer con un recién nacido es dejarle que empiece a respirar él solito, poco a poco, sin forzarle a hacerlo.
Yo he comprobado, no una , sino muchas veces que los fetos nacen solos, que saben, por instinto, como colocarse para salir, igual que lo saben los demás mamíferos y que también saben empezar a respirar y a mamar porque les va la vida en ello.

Mientras el cordón late, no debe haber prisa por cortarlo, pues el aporte de oxígeno está asegurado por ese latido que quiere decir que la sangre sigue pasando. Cuando deja de hacerlo y el cordón se queda pálido y
flácido, es el momento oportuno de hacerlo. Yo lo pinzaba con dos Kockher, cortaba entre ellas e impulsaba con un masaje suave la sangre que quedaba en la parte del cordón unida al feto, para que éste aprovechara de ella, hasta la última gota.

Ya mayor, con bastantes años de profesión a las espaldas, aprendí, en Roma, en donde tuve que refugiarme para encontrar un trabajo como matrona porque, después de saber porqué dolía el parto y cómo evitarlo, yo
no quería cambiar de profesión, como ligar un cordón, mejor de como se hacía en Francia y en España, donde se usaba para tal fin cordonete estéril que venía, dentro de una ampolla, con el “trousseau” de parto que proporcionaba el SOE o se compraba en la farmacia. La única prevención para que el bebé no tuviera ninguna complicación era que el cordonete fuera
estéril, fuera de este requisito, la matrona era libre de ligar en cordón cómo quisiera y yo, que siempre he pecado de perfeccionista, me cambiaba de guantes y dejaba el muñón lo más pequeño y vacío de sangre posible para evitar que se convirtiera en algo maloliente y desagradable de ver.

Pero, raras veces, la capa de gelatina de Wharton es más abundante y el cordón más grueso y más blando y hay peligro de lesionarlo si se aprieta demasiado al ligarlo. Con uno de esos cordones tropecé en Roma, trabajando en la conocida y famosa Clínica Guarnieri asistiendo a una cliente privada de muchas campanillas. Naturalmente, cuando la gelatina empezó a desecarse y el volumen del cordón disminuyó, el ombligo empezó a sangrar y la puérpera armó gran revuelo, creyendo a su bebé en peligro de muerte. El doctor Scarpinatti, que era el Director, tranquilizó a la mujer, diciendo ni más ni menos que la verdad del caso, que esa sangre estaba fuera de la circulación fetal, que era una ínfima cantidad y que al niño no le pasaría nada, pero a mí me llamó a su despacho y me dijo que preguntara a mis colegas cómo ligaban ellas el cordón y que aprendiera a hacerlo, a lo que yo no tuve nada que objetar.

Me llevaba muy bien con todas, eran muy expertasy sabían que yo no había tenido culpa alguna en el incidente, que había sido debido a que se había aflojado, al secarse la gelatina, la ligadura del cordonete y me amablemente se prestaron de buen grado a enseñarme lo que hacían ellas.

Vaciaban, igual que hacía yo, la sangre del muñon y hacían una primera ligadura cerca del ombligo y luego doblaban en muñón sobre sí mismo y lo volvían a ligar de nuevo, pero el “intríngulis” de la operación consistía en que, en ligar de cordonete, utilizaban un arito de goma, por supuesto esterilizado, el cual, conforme se reducía el cordón al secarse, conservaba, inalterable la presión sobre el mismo.
¡Fué el gran descubrimiento, sobre todo para los partos a domicilio! El cordón no olía, su aspecto era más estético y, sobre todo, se secaba y se caía mucho antes. A mi regreso a España quise comunicarles el hallazgo a mis colegas de Maternidad, algunas de las cuales, aceptaron probar el invento, hasta que uno de los médicos ayudantes prohibió que se utilizase la goma “porque siempre se había usado el cordonete” lo que no impidió que fuera sustituido por la voluminosa y supongo que molesta pinza de plástico.

La bárbara costumbre de azotar al recién nacido, además de cruel era perjudicial, pues el llanto provocaba una fuerte inspiración que podía arrastrar gérmenes al delicado árbol bronquítico del recién nacido. Mi experiencia de muchos años es que hay que esperar, atenta y pacientemente a que el cordón cese de latir, cuando el bebé respire, poco a poco, sin necesidad de pegarle ni de atosigarle.

Únicamente, una vez nacida la cabeza, hay que cerciorarse si el feto tiene o no vuelta o vueltas de cordón al cuello, caso bastante frecuente, pues el cordón se forma muy precozmente y el menor tamaño del feto, antes del tercer trimestre de embarazo, puede dar lugar a que se enrede con él.

Si la longitud del cordón lo consiente, la vuelta alrededor del cuello estará floja y éste se podrá sacar, como una cadena o un collar, por encima de la cabeza, pero si está apretado o la vuelta es doble, lo mejor será cortarlo,entre dos pinzas, porque es muy arriesgado que el bebé nazca con una vuelta de cordón al cuello, que podría ahorcarle.

La sangre es un elemento vivo y precioso que no se debe desperdiciar y ese es otro de los motivos para no seccionar un cordón que aún late. Si en un parto a domicilio se hace así, saltará un chorro de sangre que impresionará desagradablemente a los presentes.

La mayoría de los partos los asistí a domicilio. como era costumbre y no dejé de combatir la superstición, muy extrendida, de que el ombligo no se podía mojar. Les enseñé a las puérperas a quitar la gasa sucia, sin molestar al bebé y a sustituirla con otra limpia, empapada en alcohol, cada vez que fuera necesario y envolviendo el muñón con otra gasa seca para que el alcohol no irritara la delicada piel, sujetándola con una vendita de gasa que dejara pasar el aire. Les aseguraba que el resto de cordón era una zona muerta y que no había peligro en tocarla, eso si, con la precaución de tener las manos y las uñas limpias.

LA BOLSA DE LAS AGUAS

Es un saco membranoso, transparente y elástico, compuesto por dos capas, la interna, llamada amnios y la externa, corion, que se forma alrededor del embrión, para proteger la formación, desarrollo y crecimiento del mismo, así como su transformación en feto y tiene dos misiones que cumplir, una pasiva, durante el embarazo y otra activa, en el parto, en el cual desempeña un papel muy importante. Está llena de un líquido suave y resbaladizo, compuesto de agua salada, con pequeñas cantidades de albúmina y una temperatura estable. La cantidad de líquido suele ser proporcionada al tamaño del feto, para permitirle movimientos que no son hechos por casualidad, al buen tutún, sino que obedecen a un plan, tanto de desarrollo y ejercicio de los miembros ya formados, como de aprendizaje de las diversas posturas, no sólo necesarias, sino imprescindibles, con vistas al parto. Está herméticamente cerrada, como la cáscara de un huevo y al fruto de la concepción, que flota dentro del líquido contenido en ella, no puede llegar ningún elemento extraño que lo perturbe.

Durante en embarazo, la bolsa de las aguas va creciendo y aumentando su contenido líquido, al mismo tiempo que lo hacen el embrión y el feto, asegurando un espacio suficiente para el desarrollo del nuevo ser.

Lo normal es que la bolsa se rompa, espontámeamente, bien avanzado el periodo de dilatación, pero a veces se rompe antes y se llama rotura precoz cuando ocurre sin que la dilatación haya comenzado y prematura cuando la dilatación está en marcha, pero aún no es completa. La costumbre
rutinaria de romper la bolsa para acelerar el parto está completamente injustificada, pues ésta se suele romper, por si sola, en el momento oportuno, cuando la resistencia de las membranas es menor porque al ser mayor la dilatación, también lo será la porción de bolsa inserta en el orificio cervical a costa del adelgazamiento y de las membranas.

PAPEL ACTIVO DE LA BOLSA

Cuando el cérvix, o cuello del útero, ha desaparecido y ya no pende dentro de la vagina, sino que sus fibras se han incorporado al segmento inferior del útero, condición indispensable para que la dilatación empiece, el canal cervical se ha convertido en un pequeño orificio, a través del cual, empujada por las contracciones uterinas, una pequeña parte de la bolsa, gracias a su elasticidad, puede insinuarse. A cada contracción, el útero disminuye de tamaño y el líquido de la bolsa, que no puede hacerlo, toma presión y busca salida. Entonces, el líquido contenido en la parte de la bolsa que se introdujo en el orificio del útero, toma presión, expande las membranas que lo contienen y agranda el orificio, circularmente, es decir, que el líquido contenido en la bolsa de las aguas es uno de los tres agentes gracias a los cuales se efectúa la dilatación, a saber:

1º.- Las fibras musculares uterinas que tiran, de abajo a arriba.
2º.- El peso del huevo que, debido a la fuerza de gravedad de la Tierra
empuja, de arriba a abajo.
3º.- El líquido amniótico contenido en la parte de la bolsa que precede
al resto y que, presionada por las contracciones, agranda el orificio
alrededor.

Es muy importante que la bolsa se conserve íntegra durante la dilatación, pues colabora de manera muy suave y eficaz a ella, ya que, con su concurso se consigue una dilatación simétrica, evitando la formación del antipático y tradicional reborde cervical que tanta guerra daba a las matronas y tanto dolor inútil a las parturientes.

ROTURA INTEMPESTIVA DE BOLSA

El pronóstico de una rotura intempestiva de bolsa no es siempre el mismo. El líquido amniótico se considera dividido en dos zonas, se llaman aguas anteriores a la parte de liquido situada debajo de la presentación, que saldrán antes del feto y aguas porteriores a las que saldrán al mismo tiempo. Lo corriente, lo normal es que saldan únicamente las aguas anteriores y que la presentación fetal impida que salgan las posteriores obturando el canal del parto, con lo que el feto y su cordón umbilical pueden continuar flotando en ellas, hasta el final del parto. También puede suceder, aunque raramente, que haya líquido, entre el amnios y el corion y que el corion se rompa, mientras el amnios permanece íntegro y entonces, el embarazo prosigue como si la bolsa no se hubiera roto y el parto se produce a su debido tiempo. Yo he asistido más de unparto en los que eso ocurrió sin
que ello causara deterioro ni complicación alguna.

¿Qué hay que hacer cuando un parto en casa comienza con la bolsa amniótica rota previamente? Es muy importante estar seguras de a que altura están de su evolución está el parto y del estado del feto. Un signo de alarma es que el líquido que fluye no sea limpio, con un olor peculiar que recuerda el del semen, sino turbio, espeso, verdoso o con mal olor. Esto no quiere decir que haya ocurrido o vaya a ocurrir una desgracia, pero hay que asegurarse de que el feto está bien, de que ha logrado recuperar un período de sufrimiendo, debido a causas que debemos investigar.

Hay que recordar que nunca sale todo el líquido antes del parto y que suele quedar suficiente como para garantizar la supervivencia del feto, pero la asistencia en casa, de un parto que empieza con bolsa rota siempre debe ser más cuidadosa. El peligro de infección es, en ella muy remoto, aunque el ambiente no sea perfecto desde el punto de vista de la higiene, porque la parturiente vive está aclimatada a él y tiene anticuerpos como para defenderse, aunque hay que tomar ciertas precauciones, en algunos casos.

En la mayoría de los casos, lo que complica un parto con aguas rotas es la impaciencia, pues como casi siempre esa rotura ocurre al final de la dilatación, se espera que el parto sea inminente y suele ocurrir todo lo contrario, que la dilatación sea más lenta, no sólo por la falta del tercer factor, sino también porque la disminución de líquido dentro de la cavidad uterina puede restar fuerza y por tanto, eficacia a las contracciones, por lo cual no es recomendable la amniorexis, hasta que la dilatación no sea casi completa o completa.

Mortalidad materna: La maternidad se encuentra en el protagonismo de las mujeres mismas

de Marie Lynne Tyndall

En : http://www.midwiferytoday.com/articles/mortasp.asp

La maternidad segura toma en cuenta los derechos humanos de las mujeres, el derecho a decidir sobre sus vidas reproductivas; éste incluye los derechos en el parto, en especial el derecho a información precisa sobre los riesgos y beneficios de los procedimientos en el parto. La institucionalización del parto es, en Costa Rica, una regla que habrá que revisar para tomar como punto de partida lo más importante: los sentimientos, necesidades y opiniones de las mujeres.
Una mujer de 21 años murió en el servicio de Ginecoobstetricia del hospital México el 17 de septiembre de 2000, luego de someterse a una cesárea y sufrir una infección que terminó en pocas horas con su vida. (Cantero, 2000)
En un hospital se puede salvar la vida de una madre en el parto o un bebé al nacer. También se los puede matar. ¿Cómo puede ser? Porque el mismo hospital, sus estructuras, normas y procedimientos llevan ciertos riesgos tanto para la mujer como para su bebé. Se utiliza la cesárea para salvar una madre o su bebé pero también en todo el mundo se ve muertes debido a la anestesia general aplicada en la cesárea. La decisión de usar las tecnologías, drogas y procedimientos en el parto hospitalario siempre es discutible por sus riesgos inherentes.
En Costa Rica nunca se ha evaluado la seguridad del parto hospitalario; jamás se ha probado que el traslado de casa al hospital sea la causa de los índices de salud actuales, que son relativamente buenos y definitivamente mejores que en el pasado. Es probable que la mejor calidad de vida de las mujeres en los últimos 50 años haya contribuido a la maternidad más segura; en Costa Rica se han visto mejoramientos notables en la sanidad, la vivienda, la dieta, la educación, el acceso a control prenatal, y quizás el factor que más contribuye sea la disminución de la fecundidad. Hace solamente una generación, era común que una mujer tuviera diez o más bebés. Ahora las mujeres costarricenses tienen dos hijas o hijos en promedio. Los cambios en la sociedad han sido excesivamente rápidos e importantes para las dos últimas generaciones en Costa Rica.
Existe mucha resistencia a estudiar más de cerca la problemática descrita en este documento. Sin embargo, nuestro objetivo debe ser mejorar la calidad de atención para las mujeres, y eso implica la evaluación y análisis crítico de las creencias, prácticas y normas actuales. Parir y nacer no son simplemente acontecimientos médicos, sin importancia para las mujeres, los hombres y los bebés. El parto y nacimiento son transiciones mayores en las vidas de todos y todas.
Recientemente, cuatro agencias de las Naciones Unidas (OMS, UNFPA, UNICEF y Banco Mundial) anunciaron un plan para reducir el número de mujeres que mueren de causas relacionadas con el embarazo y parto. En él se recomiendan tres áreas de acción:
La maternidad segura se puede mejorar si se respetan los derechos humanos: empoderar a las mujeres para tomar sus propias decisiones acerca de sus vidas reproductivas, con el apoyo de sus familias y comunidades.
La calidad de atención y el acceso a los servicios de salud materna tienen que mejorar. Todos los partos deben ser atendidos por asistentes capacitadas y se debe contar con acceso a atención esencial si se presentaran complicaciones.
Las mujeres deben estar en condiciones de poder escoger en todo lo referido al embarazo y contar con acceso voluntario a servicios e información precisa de planificación familiar.
Las agencias mencionadas reconocen que la condición social de las mujeres en los países en vías de desarrollo es un factor fundamental que determina la mortalidad materna. Cuando el nivel socioeconómico es bajo, las mujeres tienen acceso muy limitado a los recursos materiales y a la educación básica; eso imposibilita tomar decisiones con información certera sobre la maternidad, salud y nutrición. Una nutrición inadecuada antes y durante el embarazo contribuye a la mala salud, problemas obstétricos, y morbimortalidad en las mujeres y sus bebés.(UNICEF, 1999)
Para mejorar la seguridad en el embarazo, parto y posparto, las agencias mundiales de salud también recomiendan que todas las mujeres en el mundo reciban la atención de asistentes especializadas en el parto normal, como son las parteras profesionales, con el respaldo de servicios médicos en caso de complicaciones. Las recomendaciones de la OMS indican que la causa subyacente del problema de morbimortalidad materna y perinatal es que no hay suficiente parteras capacitadas en todo el mundo (UNICEF, 1999).
En cuanto a los servicios hospitalarios, se reconoce que aproximadamente 15% a 25% de los partos requieren alguna atención médica; esto varía según la salud general de las mujeres, pues donde haya más pobreza habrá más complicaciones (UNICEF, 1999).
Se cree que el descenso en la tasa de mortalidad materna se debe a la hospitalización y medicalización del parto en la mayoría de los países del mundo, y que el parto en hospital es más seguro que el parto en casa. Sin embargo, todos las publicaciones que hasta ahora han estudiado seriamente las condiciones que han contribuido a la salud materna e infantil enfatizan: mejor nutrición, sanidad y viviendas, el invento de los antibióticos y las transfusiones de sangre, la planificación familiar y familias más pequeñas. También los estudios en países donde existe la opción de parir en el hogar atendida por parteras profesionales, con respaldo médico; han demostrado que la seguridad del parto en casa es mayor, es decir, hay menos intervenciones, complicaciones y muertes, además de mayor satisfacción y protagonismo de las mujeres y sus bebés en su propio proceso.
El trabajo estadístico de Marjorie Tew es muy importante para entender que la hospitalización del parto en sí no ofrece mayor seguridad a las madres y a sus bebés. Ella publicó en 1990 un libro decisivo que se llama "¿Maternidad más segura? En aquella época la mayoría de personas creía más seguro el parto en hospital que en casa, simplemente por la disponibilidad de atención médica y la tecnología moderna en una institución. Tew analizó durante muchos años datos que demostraron que la creencia dominante sobre la seguridad del parto en hospital era un concepto erróneo.
La doctora Tew estudió los patrones de hospitalización del parto en Europa y los cambios en mortalidad, y descubrió que en las épocas en que las mujeres iban más al hospital para dar a luz, las tasas de mortalidad aumentaron, y cuando no aumentó la hospitalización del parto disminuyeron las tasas de mortalidad materna y perinatal. La citada investigadora concluyó que podrían haber mejorado los índices si no se hubiese trasladado el parto al hospital tan universalmente.
La investigación de muchos miles de partos que hizo la Dra. Tew demostró incluso que, durante el mismo tiempo, cuando más mujeres iban al hospital para sus partos, siempre la seguridad de los partos en casa fue mucho mejor. Entre 1958 y 1970, sin incluir los casos de alto riesgo, la mortalidad perinatal en hospital era 17.2 por 1000 nacimientos y 6.0 por 1000 en partos en casa.
La Dra. Tew también analizó los partos de alto riesgo y descubrió que los resultados en casa siempre eran mucho mejores que en los hospitales
(...)
Marjorie Tew concluyó que la intervención obstétrica puede salvar la vida de algunas mujeres y bebés, pero en la mayoría de los casos la intervención obstétrica aumenta el riesgo de manera significativa. "El parto en casa es tan seguro como el parto en hospital para mujeres de bajo riesgo. Es más, en hospital las mujeres de bajo riesgo tendrán más complicaciones durante y después del parto." (Tew, 1998)
Desde entonces se publicaron numerosas investigaciones que han confirmado las conclusiones del trabajo de la Dra. Tew. En 1987, el Centro Nacional de Epidemiología en Perinatología, en Oxford, hizo una revisión comprensiva de la evidencia científica comparando la seguridad del parto en hospital y casa, y determinó: "no existe evidencia para apoyar la creencia de que la disminución de mortalidad perinatal en Inglaterra y Gales se atribuye al pasar el parto al hospital, tampoco para confirmar que es más seguro para las mujeres parir en hospital". (Campbell y MacFarlane, 1987).
La Revista Médica Británica publicó cuatro estudios que evaluaron el parto en casa en varios países de Europa; se encontró que para mujeres de bajo riesgo, el parto en casa es tan seguro como en el hospital y, en muchos casos, más seguro (BMJ, 1996).
Estudios realizados en Holanda, un país con un sistema oficial para realizar el parto en casa, donde las parteras profesionales son preparadas para atender la mayoría de los partos en el hogar, han demostrado lo siguiente:
De todos los estudios que comparan partos en casa y en hospital, surge la evidencia de diferencias enormes entre la tasa de intervención obstétrica entre los dos grupos, incluso cuando se comparan mujeres del mismo riesgo.
La disminución en tasas de mortalidad no se atribuye a trasladar el parto al hospital. Con base en la evidencia disponible, no existe indicación de que el parto en casa no sea seguro para mujeres de bajo riesgo o que los hospitales sean intrínsecamente más seguros. (Abraham-Van der Mark, 1996)
En otra investigación con datos de varios países, se pusieron en evidencia los beneficios del parto en casa. Se analizaron los resultados de seis grandes investigaciones que incluyeron 24092 partos. Se tomó en cuenta la condición del bebé cuando nace (calificación de los apgars), laceraciones (desgarres) maternas, e intervenciones. Encontraron que en los partos en casa hubo menos apgars bajos y menos laceraciones severas. Hubo también menos intervenciones médicas en los partos en casa, como inducción del parto, episiotomía, fórceps, cesáreas. La mortalidad en los dos grupos no era diferente (Olsen, 1997).
El parto en casa es una buena alternativa al hospital para mujeres de bajo riesgo, y el índice de intervenciones médicas es reducido.
Pocas mujeres costarricenses, en la actualidad, eligen tener su parto en el hogar, aunque algunas ya lo están haciendo. Las que eligen la casa, aun contando con la opción de ir al hospital, tienen que sentirse muy seguras, porque la mayoría de personas a su alrededor están llenas de miedos y mitos hacia esa opción. Algunas mujeres reconocen sus necesidades de tener privacidad, seguridad, confort, control, libertad y respeto en los aspectos emocionales y espirituales del parto. Quizá algunas hayan tenido malas experiencias hospitalarias anteriores, o se sienten abandonadas y alienadas por el ambiente clínico del hospital. Muchas mujeres quieren evitar intervenciones obstétricas no necesarias. Otras de las ventajas que han expresado y surgen en investigaciones son que el contexto familiar mejora las relaciones intrafamiliares, y tener su bebé en casa puede ayudar a la madre a establecer la lactancia, adaptarse a la maternidad y formar vínculos fuertes con su bebé
Hasta que existe información precisa acerca del parto en nuestro país, debemos considerar las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud acerca del lugar del parto (WHO, 1985). Dicen que en muchos países la institucionalización del parto ha culminado en rutinas y procedimientos riesgosos, y que la presencia de desconocidos y estar sola o "abandonada" durante el parto causa estrés, que interfiere con el progreso de la labor del parto, provocando "una cascada de intervenciones".
En los países donde se proveen condiciones apropiadas para el parto en casa, se observan mejores resultados en ese parto que en hospital, en cuanto seguridad y satisfacción. Por otro lado, en los países donde no existen alternativas adecuadas, las mujeres no tienen opciones y tienen que parir en casa, sin respaldo de atención médica para complicaciones o, como sucede en Costa Rica, tienen que parir en hospital con el riesgo de ser sometidas a intervenciones obstétricas no necesarias.
Finalmente, se recomienda que las mujeres den a luz en el lugar donde se sientan más seguras y donde haya seguridad de atención. Para una mujer sin factores de riesgo podría ser en su casa, en una clínica materna o centro de partos, o en hospital. En cualquier caso, el lugar del parto, según la OMS, debe ser un lugar donde toda la atención se enfoque sobre las necesidades individuales de la mujer y su seguridad, lo más próximo posible a su hogar y cultura. Los partos en casa deben tener respaldo del sistema médico, con transporte disponible y acceso pleno a atención médica en caso de una complicación o emergencia.
Los derechos humanos se pueden definir como la libertad para defenderse de "tratamientos" inhumanos, peligrosos, humillantes, riesgosos, sin consentimiento previo o no-evaluados. La institución de obstetricia ejemplifica el abuso de los derechos; diariamente las mujeres están sometidas sin consentimiento a procedimientos que no han sido evaluados; no se sabe las tazas ni las consecuencias de las "normas", como es la hospitalización en el parto, los tactos vaginales, los sueros de glucosa o pitocín, las drogas ilícitas como el cytotec, la posición obligada de litotomía y los estribos, las episiotomías (piquete). Las evidencias de otros países pueden poner en evidencia los probables riesgos de la medicalización y hospitalización del parto, y a los beneficios del parto no-medicalizado, pero hasta ahora no existe la voluntad de evaluar ni modernizar las prácticas en Costa Rica. No obstante, las mujeres tenemos el derecho a saber y decidir sobre las prácticas obstétricas, y las autoridades tienen la obligación moral y legal de estudiarlas y revelar la información al público.
Para actualizar las "normas" obstétricas habrá que tomar en cuenta: la evaluación científica de las prácticas en Costa Rica y en otros países, la experiencia y opiniones de las mujeres, el uso y gasto racional de los recursos y el tipo de sociedad que queremos para nosotras, nuestros hijos e hijas, y las generaciones futuras.
La maternidad segura significa el respeto hacia las mujeres y sus cuerpos, su derecho a decidir sin coerción y participar plenamente en todo momento en sus procesos, y a tener acceso libre a los servicios especializados a tiempo. Actualmente no existen condiciones para un parto seguro en Costa Rica, y hasta que evalúan y actualizan las "normas", las mujeres que vayan al hospital, y también las mujeres que quedan en el hogar para dar a luz, siempre estarán corriendo riesgos evitables.

Números tristes
Cada año mueren cerca de 600,000 mujeres por complicaciones relacionadas con el embarazo y parto. Además, dichas complicaciones contribuyen a más de tres millones de muertes infantiles (durante la primera semana de vida) y otros tres millones nacidos muertos, según la UNICEF.
La tasa de mortalidad materna de Costa Rica se sitúa entre el promedio de Europa (36 por 100.000) y Norteamérica (11 por 100.000) llega entre 20 y 25 por 100.000 partos. La tasa promedio de América Latina es de 190 por 100.000, la de Africa 870, Oceanía 680 y Asia 390.
En general, las causas de mortalidad materna en el mundo son: hemorragia (25%), infección (14%), pre-eclampsia (13%), aborto inseguro (13%), obstrucción (7%), otras causas directas (8%), causas indirectas, como anemia y malaria (20%).
Según los estudios de UNICEF y OMS, los países más ricos no siempre tienen tasas más bajas de mortalidad; la riqueza no garantiza mejores índices. La organización Save the Children indicó que los países con los índices de mortalidad materna más bajos son los en que tienen un mejor sistema de salud pública, mejor educación y alfabetización mayor al 90 % de las mujeres, acceso (casi universal) al agua potable. Esas condiciones influyen para bajar el índice de mortalidad materna. Asimismo, esa organización indica que los países en los que hay más mujeres en puestos de gobierno, tienen mejores índices de salud materna.

Bibliografía
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23 mar 2009

Cuidados en el parto normal: Guía práctica

Contenidos


1) INTRODUCCION

1.1 Preámbulo
1.2 Prefacio
1.3 Acerca de los riesgos en cuidados durante embarazo
1.4 Definición de Parto Normal
1.5 Metas en el cuidado del Parto Normal , tareas de la matrona
1.6 La matrona en el Parto Normal

1) ASPECTOS GENERALES DEL CUIDADO DURANTE EL PARTO

2.1 Evaluación del bienestar materno durante el parto
2.2 Procedimientos de rutina
2.3 Nutrición
2.4 Lugar del parto
2.5 Apoyo en el nacimiento
2.6 Dolor durante el parto
2.6.1 Metodos no-farmacológicos de alivio del dolor
2.6.2 Métodos farmacológicos de alivio del dolor
2.7 Monitorización fetal durante el parto
2.7.1 Evaluación del Líquido Amniótico
2.7.2 Monitorización del latido cardiaco fetal
2.7.3 Analisis de muestra sanguinea fetal
2.7.4 Comparación entre auscultación y monitorización electrónica fetal
2.8 Asepsia


1) CUIDADOS DURANTE EL PERIODO DE DILATACION


3.1 Evaluación del comienzo del parto
3.2 Posición y movimientos durante la fase de dilatación
3.3 Examen vaginal
3.4 Monitorización del progreso del parto
3.5 Prevención del parto prolongado
3.5.1 Amniotomía temprana
3.5.2 Infusión intravenosa de Oxitocina
3.5.3 Administración intramuscular de Oxitocina

1) CUIDADOS DURANTE EL PERIODO EXPULSIVO

4.1 Revisión de la fisiología
4.2 El comienzo del periodo expulsivo
4.3 El comienzo del empuje materno durante el expulsivo
4.4 ¿Cómo empujar en el expulsivo?
4.5 Duración del expulsivo
4.6 Postura materna durante el expulsivo
4.7 Cuidado perineal
4.7.1 “Protegiendo el periné” durante el expulsivo
4.7.2 Desgarros perineales y episiotomía

5) CUIDADOS DURANTE EL ALUMBRAMIENTO


5.1 Prefacio
5.2 Uso profiláctico de oxitócicos
5.3 Tracción controlada del cordón
5.4 Manejo activo frente a expectante del alumbramiento
5.5 Momento del pinzamiento del cordón
5.6 Cuidado inmediato del Recien Nacido
5.7 Cuidados de la madre inmediatamente después del alumbramiento de la placenta

6) CLASIFICACION DE ACTOS EN EL PARTO NORMAL

6.1 Actos que son claramente útiles y debieran ser fomentados
6.2 Actos que son claramente dañinos o inefectivos y debieran ser eliminados
6.3 Actos en los que no existe una clara evidencia para fomentarlos y que deberían ser usados con cautela mientras más estudios clarifican el asunto.
6.4 Actos que son frecuentemente llevados a cabo de manera erronea.

1) INTRODUCCION

1.1 PREAMBULO

A pesar del considerable debate y estudios realizados a lo largo de los años , el concepto de “normalidad” en el parto y en el nacimiento no está estandarizado ni universalizado.En decadas recientes se ha observado una rápida expansión en el desarrollo y uso de un grupo de prácticas ideadas para iniciar , aumentar , acelerar , regular o monitorizar el proceso fisiológico del parto , con el propósito de mejorar el desenlace para las madres y sus hijos. En los países desarrollados , en donde estas prácticas se han convertido en habituales , se está empezando a cuestionar el valor de estos grados tan altos de intervencionismo. Al mismo tiempo , los países en desarrollo están intentando que toda mujer tenga acceso a un parto seguro. Después de establecer una definición concienzuda de “Parto Normal” , este estudio identifica los actos más comunes empleados durante el parto e intenta establecer algunos criterios de buena práctica para un parto sin complicaciones.
Después de analizar las evidencias , el grupo de trabajo clasificó sus recomendaciones acerca del Parto Normal en cuatro categorías:
1-Actos que son claramente útiles y debieran ser fomentados
2-Actos que son claramente dañinos o inefectivos y debieran ser eliminados
3-Actos en los que no existe una clara evidencia para fomentarlos y que deberían ser usados con cautela mientras más estudios clarifican el asunto.
4-Actos que son frecuentemente llevados a cabo de manera erronea.

1.2 PREFACIO


El primer asunto a aclarar es el sentido en el cual se usa la expresión “parto normal” . Es vital ser específico en esto , si queremos evitar malinterpretaciones. Una afirmación muy frecuente es aquella que dice que “ Un nacimiento sólo puede ser declarado normal en retrospectivo”. Esta opinión condujo a obstetras de muchos países a afirmar que el cuidado durante un nacimiento normal debiera ser similar a el cuidado de un parto complicado. Este concepto tiene serias desventajas: ofrece la posiblidad de cambiar un acontecimiento fisiológico normal por un procedimiento médico.; interfiere con la libertad de la mujer a experimentar el nacimiento de sus hijos a su manera y en el sitio que ella elija.; conlleva intervenciones innecesarias y su aplicación requiere de un número muy elevado de parturientas en hospitales tecnicamente bien equipados con el consiguiente costo.

Con el fenómeno de la urbanización global muchas más mujeres están dando a luz en unidades obstétricas , tengan partos normales o complicados. Existe una tentación de tratar todos los partos rutinariamente con el mismo grado de intervencionismo tanto si son complicados como si no. Esto, desafortunadamente , tiene una serie de efectos negativos , algunos de ellos con serias implicaciones. Van desde el mero costo del tiempo , entrenamiento y equipo requerido por los numerosos métodos utilizados , hasta el hecho de que algunas mujeres rehuyan pedir la ayuda que necesitan debido al alto grado de intervencionismo. Las mujeres y sus hijos pueden resultar dañados por prácticas innecesarias.

Este estudio no es la panacea para cualquier tipo de parto y por ello admite la existencia de diversos lugares , desde el domicilio hasta centros de referencia terciarios , dependiendo de la disponibilidad y necesidad. Simplemente intenta identificar lo que constituye el cuidado en un Parto Normal , tenga donde tenga lugar. El punto de partida para lograr un parto seguro , requiere un estudio especial de él mismo , pero es necesaria una breve introducción del concepto antes de discutir los componentes del cuidado durante el parto.

1.3 ENFOQUE DE LOS RIESGOS EN CUIDADO DURANTE EL EMBARAZO

Lo que se conoce como “enfoque de riesgos” ha determinado decisiones acerca de parto , sus lugares , su tipo y la matrona desde hace décadas. El problema con muchos de estos sistemas es que han catalogado a un desproporcionado número de mujeres como “de riesgo”, con el riesgo de que acaben teniendo un alto grado de intervencionismo durante el parto. Otro problema añadido es que , a pesar de de una escrupulosa catalogación , el enfoque de los riesgos falla significativamente en identificar muchas de las mujeres que de hecho necesitarán ayuda “extra” durante el parto. Así mismo , muchas de las mujeres etiquetadas de “alto riesgo” tendrán partos perfectamente normales.

Es por esto que este estudio comienza con la cuestión del examen de la mujer que se embarca en un embarazo.El examen de los factores de riesgo empieza durante el periodo prenatal.Esto puede ser obtenido de forma simple determinando la edad materna , altura , paridad ,preguntando acerca de complicaciones obstétricas , como muertes fetales intrauterinas previas o cesáreas , y buscando posibles anomalías en el presente embarazo como Pre-eclampsia ,embarazo múltiple ,hemorragia ante-parto , o anemia severa. En Holanda , se ha presentado una lista de indicaciones médicas para seguimiento especializado distinguiendo entre bajo , medio y alto riesgo.

La efectividad de un sistema de reclutamiento de riesgo se mide por su habilidad de discriminación entre mujeres de alto y bajo riesgo , esto es por su sensibilidad ,especificidad , y valores predictivos positivos y negativos. Definir riesgos obstétricos por factores demográficos como paridad y altura materna tiene baja especificidad y por ello resultan muchos embarazos no complicados tildados como de alto riesgo. La especificidad de las complicaciones en la historia obstétrica o en el embarazo actual es mucho mayor. Sin embargo, incluso un cuidado antenatal de alta calidad y un buen enfoque de los riesgos no pueden ser substitutos por un adecuado seguimiento de la madre y el feto durante el parto.

El examen de los riesgos no es una medida que se haga simplemente una sola vez , sino que es un procedimiento continuo durante todo el embarazo y el parto.En cualquier momento pueden aparecer complicaciones que pueden inducir a tomar la decisión de referir a la mujer a un nivel de cuidado más especializado.

Durante el periodo antenatal se debe hacer un plan, el cual identifique claramente donde y por quién va a ser atendido el parto.Este plan debe ser preparado conjuntamente con la gestante y hacérselo saber a su marido/compañero.En muchos países se hace también saber el plan a la familia ya que ellos toman fundamentalmente las decisiones importantes.El plan debe estar disponible una vez que la mujer se pone de parto.En ese momento se reevalúa el grado de riesgo, incluyendo un examen físico que asegure el bienestar de la madre y el feto, presentación y estática y la presencia de pródromos de parto.Si no han existido cuidados antenatales , un examen de riesgos debería ser realizado por la matrona en el primer contacto durante el parto.Partos de bajo riesgo comienzan entre las semanas 37 a 42 completas. Si no se identifican factores de riesgo , el parto puede ser considerado como de “bajo riesgo”.


1.3 DEFINICION DE PARTO NORMAL

Al definir Parto Normal se han de tomar en consideración dos factores: el estado de riesgo del embarazo y el curso del parto y del nacimiento. Como ya hemos discutido , el valor predictivo de puntuar el riesgo está muy lejos del 100% - una gestante que se supone de bajo riesgo cuando comienza el parto puede en cualquier momento tener un nacimiento complicado. Por otra parte , muchas gestantes catalogadas de “alto riesgo” tienen un parto y alumbramiento exento de complicaciones. En este estudio nuestro objetivo primario es el gran grupo de embarazos de “bajo riesgo”.



Definimos Parto Normal como: Comienzo espontáneo , bajo riesgo al comienzo del parto manteniéndose como tal hasta el alumbramiento.El feto nace espontaneamente en posición cefálica entre las semanas 37 a 42 completas. Después de dar a luz , tanto la madre como el feto se encuentran en buenas condiciónes.
Sin embargo , como el parto y alumbramiento de muchas gestantes catalogadas como de alto riesgo tienen un curso normal , numerosas recomendaciones de este estudio pueden ser aplicadas a el cuidado de estas mujeres


Acorde con esta definición ¿ Cuántos nacimientos pueden ser considerados normales? Estudios acerca de “cuidados alternativos antenatales” en países desarrollados muestran un porcentage de “traslados” durante el parto de un 20%, mientras que una cantidad similar de mujeres han sido remitidas durante el embarazo. En multiparas, el índice de “traslados” es mucho menor que en nuliparas. En Kenia se demostró que el 84.4% de los partos fueron exentos de complicaciones. Generalmente entre un 70 a 80 % de todas las gestantes se pueden considerar como de “bajo riesgo” al comienzo del parto.


1.5 METAS EN EL CUIDADO DEL PARTO NORMAL, TAREAS DE LA MATRONA


La meta del cuidado es conseguir una madre y un niño sanos, con el menor nivel posible de intervención de la manera más segura. Esta meta implica que:

En el parto normal debe existir una razón válida para interferir con el proceso natural

Las labores de la matrona son cuatro:

1.- Animar a la mujer, su compañero y familia durante el parto, en el período del alumbramiento y sucesivos.

2.- Observación de la parturienta:monitorización de la condición fetal y del niño después del nacimiento, evaluación de los factores de riesgo y detección temprana de problemas.

3.- Llevar a cabo intervenciones menores, como amniotomía y episiotomía; cuidado del niño después del nacimiento.

4.- Traslado del paciente a un nivel mayor de asistencia, si los factores de riesgo se vuelven aparentes o si aparecen complicaciones que justifiquen dicho traslado.

1.6 LA MATRONA EN EL PARTO NORMAL

El que atiende al parto debería ser capaz de acatar las normas de la matrona, como se ha dicho anteriormente. El o ella debe tener una experiencia adecuada y unas aptitudes apropiadas al nivel de servicio. Por lo menos éstas deberían ser suficientes para que la matrona identifique factores de riesgo, reconozca el inicio de complicaciones, lleve a cabo observaciones de la madre y monitorice la condición del feto y del niño después del nacimiento. La matrona debe ser capaz de llevar a cabo intervenciones básicas esenciales y de cuidar al niño después del nacimiento. El ó ella debería ser capaz de trasladar a la mujer o el niño a un especialista, si detecta complicaciones que requieren de intervención, las cuales van más allá de la competencia de la matrona. Donde sea posible la matrona debería proveer continuidad del cuidado durante el embarazo, nacimiento y el período puerperal, si no en persona entonces por la vía de cuidado que haya sido establecida. Varios profesionales son aptos para acometer estas metas:

1- El obstetra ginecólogo: estos profesionales están ciertamente capacitados para afrontar los distintos aspectos técnicos de las numerosas metas de la matrona. Generalmente los obstetras tienen que dirigir su atención hacia las mujeres de alto riesgo y el tratamiento de complicaciones serias. Ellos son normalmente los responsables de la cirujia obstétrica. Por experiencia y aptitud profesional son frecuentemente requeridos por la situación, para intervenir más frecuentemente que la matrona. En muchos países, especialmente en los desarrollados, el número de obstetras es limitado y están desigualmente distribuidos, con la mayoría de ellos ejerciendo en ciudades grandes. Su responsabilidad con el manejo de complicaciones mayores es muy probable que les deje no demasiado tiempo para asistir y animar a su mujer y familia durante la duración del parto normal.
2- El médico de cabecera. La experiencia teórica y práctica en obstetricia de estos profesionales varía considerablemente. Ciertamente existen médicos de cabecera con experiencia que son capaces de completar las metas de la matrona en cuidados primarios obstétricos y asímismo durante el parto normal. Sin embargo para los médicos de cabecera la obstetricia representa una parte muy pequeña de su experiencia y tareas diarias, y por eso es difícil que estén al día.
3- La matrona. La definición internacional de una matrona, de acuerdo con, WHO, ICM (Confederación Internacional de Matronas ) y la FIGO (Federación Internacional de Obtetras y Ginecólogos) es muy sencilla: Si el programa educacional está reconocido por el gobierno que autoriza a la matrona a la práctica, esa persona es una matrona (PETERS, 1995). Generalmente el o ella es una persona competente en obstentricia entrenado especialmente para el cuidado del parto normal. Sin embargo, existen amplias diferencias entre países con respecto a la experiencia y las metas de las matronas. En muchos países industrializados las matronas trabajan en hospitales bajo supervisión de obstetras. Esto sifnifica que el cuidado en el parto normal es parte del cuidado del departamento de obstentricia y así sometido a las mismas reglas y protocolos con poca distinción entre embarazos de alto y bajo riesgo.
4- Auxiliares: en países en desarrollo que poseen poca cantidad de gente cualificada para asistir a partos , estos son llevados a cabo por personal auxiliar , como enfermeras , matronas de área rural etc . El desenlace del embarazo y del parto puede mejorar gracias a sus aptitudes , especialmente si son supervisadas por matronas expertas.. Sin embargo , para una completa realización de todas las metas detalladas anteriormente , su experiencia es frecuentemente insuficiente y su práctica profesional puede verse condicionada por valores y normas culturales y tradicionales que pueden llegar a alterar la efectividad de su formación.. Pese a todo esto , es precisamente esta identificación cultural la que provoca que muchas mujeres las elijan como matronas , especialmente en áreas de ámbito rural.

De lo dicho hasta ahora , se deduce que la Matrona es la profesional más apropiada y económica , para ser asignada al cuidado de un embarazo y de un parto normal , incluyendo entre sus funciones el establecimiento de los distintos riesgos y el reconocimiento de complicaciones. Entre las recomendaciones de La Asamblea General del XIII Congreso de la FIGO de Singapore 1991 , están :

A) Para hacer los cuidados obstétricos más accesibles a la mujer gestante ,estos deberían acontecer a el nivel más periférico posible que sea seguro y viable.
B) Para hacer el mejor uso de los recursos humanos disponibles , cada acto del cuidado materno debería ser llevado a cabo por la persona con menor preparación posible capaz de proveer el cuidado de una forma segura y efectiva.
C) En muchos países las matronas de áreas rurales , que desarrollan su actividad profesional en centros de salud pequeños , necesitan un nivel más elevado de apoyo , si se van a ser las encargadas del cuidado obstétrico de la comunidad.

Estas recomendaciones señalan a las matronas como las profesionales idóneas para el cuidado obstétrico en poblaciones pequeñas , pueblos y en los hogares , y quizás también en los hospitales. Las Matronas son las profesionales más apropiadas para encargarse de los cuidados y atenciones necesarias en el parto normal. Sin embargo , en muchos países desarrollados y en vías de desarrollo , las matronas o no existen o simplemente trabajan en grandes hospitales donde sirven de ayudantes a los obstetras.

En 1992 fue publicado en Gran Bretaña un estudio , por el Comite de Salud de La Casa de los Comunes. Entre otras cosas , se recomendaba que las matronas debieran asumir total responsabilidad en el cuidado de la mujer gestante; así mismo deberían tener la oportunidad de crear unidades de parto normal ,incluso sin estar ubicadas en un centro hospitalario. Estos documentos han sido los primeros pasos hacia una independencia profesional de las matronas en Gran Bretaña. En algunos países europeos las matronas son totalmente responsables del cuidado de la gestante y de su parto , ya sea en el hospital o en casa. Por el contrario en muchos otros países europeos y en los Estados Unidos , casi todas las matronas se encuentran bajo la supervisión de los obstetras.
En muchos países en desarrollo , la matrona es considerada como la persona vital para el cuidado de la mujer gestante.. Sin embargo esto no sucede en todos : algunos tienen deficit de matronas. Especialmente en Latinoamérica , las escuelas de matronas se han ido cerrando , asumiendo que los médicos se harían cargo de sus obligaciones. En algunos países el número de matronas está descendiendo, y en los cuales todavía abundan , están mal distribuidas: la mayoría trabajan en los grandes hospitales de las ciudades y no en áreas rurales donde vive el 80% de la población y consiguientemente donde más problemas acontecen.. Se recomienda la formación de nuevas matronas. Se recomienda que dicha formación sea enfocada a las necesidades de las distintas comunidades en las que van a trabajar.. Deberían ser capaces de identificar complicaciones que requieran traslado de la paciente , pero si esto no es posible deberían estar formadas para llevar a cabo intervenciones de urgencia de cara a salvar la vida de la paciente.

2) ASPECTOS GENERALES DEL CUIDADO DURANTE EL PARTO

2.1 EVALUACION DEL BIENESTAR MATERNO DURANTE EL PARTO

Una vez la gestante se pone de parto , esta se pone en contacto con su matrona o acude a un centro sanitario solicitando ayuda. La responsabilidad de la matrona o de la persona encargada del cuidado de la gestante ha sido explicada anteriormente y la importancia del apoyo durante el parto se explica más abajo. Una vez el parto comienza es vital una buena comunicación entre la mujer y su matrona , incluso si no se han conocido previamente.
Durante el parto y el nacimiento , el bienestar materno tanto físico como emocional debe ser regularmente evaluado. Esto implica tomar la temperatura , pulso y tensión arterial , vigilar la ingesta de líquidos y diuresis , evaluación del dolor y necesidad de apoyo. La monitorización ha de ser mantenida durante todo el proceso del parto y nacimiento.
La evaluación del bienestar materno a su vez incluye , prestar atención a su privacidad ,respetando su elección de acompañantes y evitando la presencia de personas no necesaarias en el paritorio.

2.2 PROCEDIMIENTOS DE RUTINA

Una vez la paciente ha ingresado en el hospital la preparación para el parto incluye varios procedimientos rutinarios como medición de la temperatura corporal , pulso y tensión arterial , y un enema , seguido de depilación de todo o parte del vello púbico.
Los tres primeros procedimientos , medición de la temperatura , pulso y tensión arterial , pueden tener implicaciones para el desenlace del parto , y es por esto que pueden influenciar el manejo del parto. estos procedimientor rutinarios no pueden ser excluidos , aunque deben ser explicados a la gestante y su acompañante. Medición de la temperatura cada 4 horas , de acuerdo con la OMS , es importante porque un incremento de esta puede significar un primer indicio de una posible infección , y así poder comenzar un temprano tratamiento , especialmente en caso de un parto prolongado con bolsa rota; esto puede evitar una sepsis. Otras veces puede ser señal de deshidratación. Tomando la tensión aarterial al mismo tiempo , es un índice importante de bienestar materno. Un aumento súbito de la tensión arterial puede indicar la necesidad de parir al feto con rapidez o de remitir a la gestante a otro nivel de cuidados más especializado.
Los enemas se siguen usando con mucha frecuencia porque se supone estimulan las contracciones uterinas y porque un intestino vacío permite descender a la cabeza fetal. A su vez se cree que reducen la contaminación y así la infección materna y del feto. Sin embargo son incómodos y conllevan un cierto riesgo de dañar el intestino. Pese a todo esto algunas mujeres siguen solicitando enemas. Dos estudios realizados al azar demostraron , que usando enemas , la posibilidad de manchado con heces no se afecta durante la fase de diltación , pero se ve reducida en el expulsivo. Sin enema el manchado es escaso y más fácil de limpiar que el inducido por el enema. No se detectaron efectos en la duración del parto , ni en el índice de infecciones neonatales ni del periné.
Se presume que la depilación del vello púbico reduce infecciones y facilita la sutura pero no hay evidencia que lo corrobore. La mujer experimenta discomfort cuando el vello vuelve a crecer y el riesgo de infección no se reduce. El uso rutinario podría incluso aumentar el riesgo de infección por el virus del Sida y de la Hepatitis , ya sea a la mujer o a la matrona.
En conclusión , la toma de la temperatura , pulso y tensión arterial son más que intervenciones , observaciones y forman parte de la evaluación del parto. Estos ocupan un claro lugar en el cuidado del parto , ya que pueden ser determinantes de un cambio en el manejo de un determinado parto. Los dos últimos procedimientos ,enemas y depilación púbica , desde hace tiempo se vienen considerando innecesarios y no se deberían hacer a no ser que lo solicite la mujer.

2.3 NUTRICION

Puntos de vista acerca de la nutrición durante el parto ,difieren enormemente de una parte del mundo a otra. En los países desarrollados , el miedo a una aspiración de contenidos gástricos durante una anestesia general ( Síndrome de Mendelson ) continua justificando la norma del ayuno durante el parto. Para la mayoría de parturientas el ayuno prolongado durante el parto no supone ningún problema , pero muchas de ellas necesitan desesperadamente ingerir líquidos. En muchos países en desarrollo debido a creencias de tipo cultural , se les prohíbe a las parturientas cualquier ingesta de líquidos o sólidos durante el parto.
El miedo a que la ingesta de líquidos o sólidos durante el parto ponga a la mujer en riesgo de una aspiración de contenidos gástricos durante una anestesia general es real y serio. Sin embargo , manteniendo una restricción de ingesta de comida o líquidos , no garantiza que el estómago vaya a estar vacío. Diversos experimentos encaminados a reducir los contenidos estomacales o la acidez , ya sea por medios farmacológicos como reduciendo la ingesta , no han sido capaces de establecer un efecto positivo en el 100% de los casos con cualquiera de los métodos. El margen de los pH encontrados fue amplio y es por esto que los expertos dictaminaron que la administración rutinaria de antiácidos durante el parto no puede asegurar la prevención del Síndrome de Mendelson , así como tampoco el volumen de contenidos gástricos.
El riesgo de aspiración está asociado con el riesgo de la anestesia general. Como no existe una garantía contra el Síndrome de Mendelson , lo correcto de cara al parto sería una evaluación del riesgo para una anestesia general.. Una vez establecidos, el parto normal puede ser manejado sin administración de antiácidos.
Un parto requiere una cantidad enorme de energía. Como la duración del parto y nacimiento no pueden ser predecidos, las fuentes energéticas deben ser garantizadas de cara a lograr el bienestar materno y fetal. Una restricción severa de fluídos pueden conducir a una deshidratación y cetosis. Esto, comunmente se trata con una infusión intravenosa de glucosa y fluídos. Los efectos maternos de esta terapia han sido evaluados en numerosos estudios. El aumento de los niveles de glucosa media parecen venir acompañados de un aumento de los niveles de Insulina materna. A su vez se acompañan de un incremento de los niveles de glucemia fetal lo cual puede conllevar un descenso del pH sanguineo de la arteria umbilical. Si una parturienta recibe más de 25 gramos de glucosa intravenosa durante el parto , esto puede producir un hiperinsulinismo fetal , lo cual puede producir una hipoglucemia fetal y niveles sanguineos elevados de lactato . El uso excesivo de soluciones intravenosas sin sal pueden conducir a una hiponatremia , tanto en la madre como en el feto.
Las complicaciones anteriormente mencionadas, especialmente deshidratación y cetosis , pueden ser prevenidas dando fluidos orales durante el parto y dietas ligeras. Infusiones intravenosas de rutina interfieren con el proceso natural y restringen los movimientos de la mujer. Incluso la colocación de una cánula intravenosa profiláctica de rutina induce a intervenciones innecesarias.
En la situación de un parto domiciliario, no se da ningún tratamiento específico; no se prescriben antiácidos y no hay restricción ni de fluídos ni de sólidos. Muchas veces a la mujer se le avisa de que la ingesta de líquidos o sólidos les puede producir nauseas, pero como ellas están en su casa no se realiza control alguno acerca de lo que comen o beben. Cuando la mujer decide comer algo, lo hacen en forma de algo blando que sea facilmente digerible. Se puede afirmar con seguridad que para el parto normal, de bajo riesgo, no existe necesidad de restringir la ingesta. Sin embargo es necesario una seria discusión que determine si los efectos de intervenir en la nutrición materna durante el parto no son peores que los riesgos de un Síndrome de Mendelson. Y todavía nos quedan muchas cuestiones por responder como: si hay algún estudio hecho acerca de partos con el estómago lleno ? ¿ si existe alguna diferencia entre beber un poco o nada ? .
En conclusión, la nutrición es un asunto de gran importancia y a su vez de gran variabilidad. La manera más apropiada de abarcar el asunto parece ser no interfiriendo con los deseos de la mujer respecto a la comida o bebida , porque en el parto normal debe existir una razón de peso para interferir con el proceso natural.

2.4 LUGAR DEL PARTO

¿ Tiene el lugar del parto un impacto significativo en la progresión de este y el nacimiento ? Esta pregunta ha sido estudiada con amplitud en las últimas dos décadas. ( Campbell and McFarlane , 1994 ). Mientras que en muchos países desarrollados el parto fue de un proceso natural a un procedimiento controlado , el lugar para dar a luz cambió del hogar al hospital. Al mismo tiempo mucho de el denominado “toque humano” fue relegado. El dolor fue aliviado farmacológicamente y a las parturientas se les dejaba solas por un gran periodo de tiempo; se las controlaba de cerca pero desde lejos. Este era el lado opuesto de aquellas partes del globo en las que no más del 20% de las mujeres tienen acceso a algún tipo de facilidad para dar a luz. Para ellas el parto domiciliario no constituye una opción , es virtualmente inevitable, debido a razones de tipo económicas , culturales o geográficas. El llamamiento para retornar al proceso natural en muchas partes del mundo civilizado hizo que se abrieran los paritorios a los padres y a otros miembros de la familia , pero la ubicación siguió siendo la misma : el hospital. Algunos hospitales han realizado un esfuerzo al instalar habitaciones que se asemejen a un ambiente hogareño y esto se tradujo en un incremento de la satisfacción de las gestantes y de un descenso en el deseo por parte de las mujeres , de buscar nuevas ubicaciones para dar a luz en futuros embarazos , pero estudios realizados al azar no demostraron ningún cambio respecto a la demanda de epidurales , partos instrumentales o cesáreas ( Klein et al, 1984) . Estos estudios se enfocaban más en el sentido de ofrecer un ambiente exquisito sin un cambio fundamental en el manejo del paciente, el cual no resultó suficiente para mejorar la calidad ni el desenlace obstétrico final.
Otros estudios demostraron que una primipara de bajo riesgo obstétrico , dando a luz en un hospital universitario , en un parto de 6 horas , podría llegar a ser vista por al menos 16 personas diferentes y aún así estaría sola la gran parte de este ( Osborn 1989 ). La rutina , la presencia de extraños , y el ser dejada sola durante el parto y / o nacimiento causan stress , y este puede interferir con el proceso del parto prolongándolo y desencadenando lo que se ha venido denominando “ la cascada del intervencionismo “.
El parto domiciliario es una práctica que está desigualmente distribuido a lo largo del mundo. Desde 1930 , con la institucionalización del nacimiento , la opción del parto domiciliario en la mayoría de los países desarrollados desapareció. El sistema de atención obstétrica en Holanda , donde todavía más del 30 % de las mujeres dan a luz en casa , es excepcional en los países industrializados. Por otra parte , en muchos países en desarrollo , las grandes distancias entre las mujeres y las asistencias sanitarias restringen las opciones y hacen del parto domiciliario su única opción.
Aunque la evaluación de los riesgos puede ser perfectamente llevado a cabo por matronas expertas , su consejo acerca del lugar de nacimiento , basado en dicha evaluación ,no siempre se admite.
Sin embargo , para que un parto domiciliario sea atendido correctamente sólo son necesarias unas mínimas preparaciones. La matrona ha de asegurarse de que hay agua limpia y que la habitación tiene una temperatura óptima. Se ha de lavar las manos concienzudamente. Ropas y toallas calientes han de estar preparadas para arropar al recien nacido y mantenerlo caliente. Debe existir a su vez un “set” de nacimiento , como recomienda la OMS para crear un campo lo más limpio posible de cara al nacimiento y a los cuidados del cordón umbilical. Así mismo deben existir facilidades de transporte en caso de que la paciente deba ser trasladada a un centro de referencia.
En algunos países desarrollados , se han construido paritorios dentro y fuera de los hospitales en los que las mujeres de bajo riesgo , puedan dar a luz en un ambiente hogareño , atendido generalmente por matronas. En la gran mayoría de estos centros la monitorización fetal electrónica y la aumentación del parto no se usan y se hace un uso mínimo de analgésicos. Experimentos con este tipo de centros en Gran Bretaña , Suecia y Australia demostraron que la satisfacción de las gestantes con este tipo de cuidados era muy superior a la del cuidado clásico. El número de intervenciones fue considerablemente menor , especialmente la analgesia , las inducciones y el uso de oxitócicos. El desenlace obstétrico final no difirió mucho de un cuidado especializado , aunque en algunos estudios se demostró que la mortalidad perinatal fue ligeramente superior ( Flinn et al, 1989 , MacVivar et al,1993)
En algunos países desarrollados , la insatisfacción creada por el tipo de seguimiento especializado hizo que algunas mujeres y matronas empezaran la práctica de partos domiciliarios como confrontación con el sistema oficial de seguimiento del parto. Los datos estadísticos acerca de este tipo de modalidad de parto son escasos. En partos domiciliarios planificados el número de pacientes remitidas a los hospitales y el número de intervenciones fue bajo. La mortalidad perinatal y la morbilidad neonatal fueron así mismo bajas.
Holanda es un país industrializado con un sistema oficial de partos domiciliarios. La incidencia de estos difiere enormemente de una región a otra. Un estudio acerca de la mortalidad perinatal demostró que no existía correlación entre hospitalización regional en el momento del nacimiento y la mortalidad perinatal regional. Un estudió realizado en la provincia de Gelderland , comparó el “resultado obstétrico” de partos domiciliarios y partos hospitalarios. Los resultados sugirieron que para una primipara de bajo riesgo un parto domiciliario era tan seguro como uno hospitalario. Para multiparas de bajo riesgo el resultado de un parto domiciliario era significativamente mejor que uno hospitalario ( Wiegers et al 1996). No existe ninguna evidencia de que este sistema de manejo de las gestantes mejore con la medicalización del partp.
Entonces , ¿Donde debería dar a luz una gestante ? Se puede afirmar que una mujer debería dar a luz en un lugar en el que ella se encuentre segura , y en el nivel más “bajo” posible , en el cual el manejo correcto este asegurado ( FIGO 1982 ). Para una mujer de bajo riesgo esto puede ser en casa , en una maternidad pequeña o quizás en una gran maternidad de un gran hospital. Sin embargo , debe ser un sitio donde toda la atención y cuidados se enfoquen en sus necesidades y seguridad , tan cerca como sea posible de su casa y cultura. Si el parto va a ser domiciliario , deben existir planes de antemano para remitir a la paciente a un hospital si esto fuese necesario , y la mujer debe tener conocimiento de ello.

2.5 APOYO EN EL NACIMIENTO

Reportajes y experimentos realizados al azar acerca del apoyo imparrtido durante el parto por la matrona o la enfermera , demostraron que un apoyo continuado y físico acarrea grandes beneficios como son , partos más cortos , uso menor de medicación y analgesia epidural , menor número de fetos con Tests de Apgar menores de 7 y menos partos instrumentales.
Este reportaje identifica a esta persona como una mujer , que tiene una educación básica acerca del parto y alumbramiento y que está familiarizada con una gran variedad de métodos de atención hacia las personas. Ofrece apoyo emocional a base de elogios , tranquilidad , medidas encaminadas a mejorar la comodidad de la gestante ,contacto físico a base de masajes en la espalda de la mujer y sujetar sus manos , explicaciones acerca de lo que está aconteciendo en el parto y una constante presencia amistosa y amable. Estas tareas también pueden ser realizadas por la matrona o la enfermera , pero muy a menudo estas necesitan llevar a cabo procedimientos tanto médicos como técnicos que pueden hacerles distraer su atención de la madre. Sin embargo , todo el apoyo ofrecido por estas mujeres reduce significativamente la ansiedad y el sentimento de haber tenido un parto complicado , 24 horas después de haber dado a luz. A su vez tiene efectos positivos en el número de madres que seguiran dando pecho a las 6 semanas del parto.
La mujer de parto debe estar acompañada de las personas con las cuales ella se encuentre cómoda; su marido , mejor amiga , o matrona. Las matronas profesionales deben estar familiarizadas con las tareas de apoyo y médicas y deben realizarlas con competencia y sensibilidad. Una de estas tareas consiste en ofrecer a la mujer
toda la información que ella desee y necesite. La privacidad de la mujer donde vaya a dar a luz debe ser respetada en todo momento. Una gestante necesita su propia habitación para dar a luz y el número de personas presentes debe estar limitado al mínimo necesario.
Sin embargo , en la práctica cotidianea las condiciones difieren considerablemente de la situación ideal descrita anteriormente. En los paises desarrollados las parturientas a menudo se sienten aisladas en las salas de dilatación de los grandes hospitales , rodeadas de equipos técnicos y sin apenas ningún tipo de apoyo emocional. En los países en desarrollo algunos grandes hospitales están tan saturados con partos de mujeres de bajo riesgo que el apoyo personal y la privacidad son practicamente imposibles. Partos domiciliarios en estos países son muchas veces atendidos por matronas inexpertas . Bajo estas circunstancias el apoyo a la mujer gestante es deficiente o incluso inexistente , con un número considerable de gestantes dando a luz sin ningún tipo de atención.
En conclusión , lo único que necesita el parto normal ,asumiendo que es de bajo riesgo , es de una continua supervisión por parte de una experta matrona que sepa detectar la aparición de cualquier tipo de complicación .
No es necesaria intervención alguna a excepción de apoyo y cuidados .

2.6 DOLOR DURANTE EL PARTO
Casi todas las mujeres experimentan dolor durante el parto , pero la respuesta de cada mujer a este dolor se manifiesta de forma diferente. De acuerdo con experiencias clínicas , un parto anormal , una distocia complicada , inducida o acentuada por oxitócicos , o resuelta con un parto instrumental ,parece ser más doloroso que un parto normal. De todas formas incluso un parto completamente normal también resulta doloroso.

2.6.1 METODOS NO FARMACOLOGICOS DE ALIVIO DEL DOLOR

Una tarea muy importante de la matrona es la de ayudar a la gestante a hacer frente al dolor. Esto puede lograrse con analgésicos , pero aún más fundamental e importante es el método no - farmacológico , comenzando durante el periodo antenatal ofreciendo repetida información a la gestante y su compañero . Un buen apoyo durante el embarazo y el parto , por parte de la matrona , puede reducir la necesidad de usar analgésicos y así mejorar la experiencia del nacimiento.
Aparte del apoyo durante el parto ( el factor más importante ) existen otros métodos de alivio del dolor de parto. El primero es afrecer a la mujer la posibilidad de adoptar la postura que ella prefiera , en o fuera de la cama. Esto significa que no tiene porque estar necesariamente en la cama y menos en posición supina y que debe gozar de la libertad de ponerse de pie , sentarse o andar , sin interferencia por parte de las matronas , especialmente en la fase de dilatación.

Existen diversos métodos no invasivos , ni farmacológicos de alivio del dolor que pueden ser utilizados durante el parto. Muchas mujeres sienten alivio del dolor tomando una ducha o un baño . También parecen ser efectivos los masajes por el acompañante . Estos métodos se usan frecuentemente en combinacióncon otras estrategias , incluyendo prácticas psicosomáticas como hipnosis ,música y biofeedback.
Las mujeres encuentran estas prácticas útiles , son inofensivas y pueden ser recomendadas .
Los métodos específicos no - farmacológicos de alivio del dolor en gestantes incluyen métodos que activan los receptores sensoriales periféricos. Entre estos se encuentra la estimulación nerviosa eléctrica transcutanea (TENS). Otras técnicas son el uso de calor y frío de superficie , acupuntura , inmersion en el agua , hierbas y aromaterapia con fragancias aunque la efectividad de estos métodos no ha sido todavía establecida por ningún estudio. Estas prácticas deberían pasar por un proceso de revisión y crítica de la misma manera que el realizado para con la analgesia farmacológica.
En conclusión , todas las culturas tienen su propio método de atender y arropar a la mujer gestante .,algnas explican sus procedimientos de un modo mágico , y otras intentan ofrecer una explicación más lógica del sistema que emplean . Un rasgo característico de muchos de estos métodos es la gran atención que ponen en la mujer gestante y el parto; quizás sea por esto por lo que muchas mujeres encuentran estos métodos cómodos y útiles. Los informes de que las mujeres los encuentran cómodos son unicamente observacionales , pero aún así , la gran mayoría de ellos son inofensivos y si la gestante experimenta alivio de su dolor con ellos , estos están más que justificados.

2.6.2. ALIVIO FARMACOLOGICO DEL DOLOR

En los países desarrollados , el alivio farmacológico del dolor ha ido ganando muchos adeptos . El efecto de las diferentes técnicas ha sido investigado en diferentes estudios clínicos ; el beneficio del alivio del dolor está claro , pero los posibles efectos en la madre y el feto han recibido menos atención.
Agentes sistemicos
Un grupo muy numeroso de fármacos se han usado y se siguen usando para aliviar el dolor : alcaloides opiáceos del cual el más popular es la Petidina , seguido por derivados de la Fenotiacina ( prometacina) , benzodiacepinas ( diazepam ) y otros . En algunos países la inhalación de agentes anestésicos ha descendido en los últimos años ( ha sido sustituído por la anestesia epidural) ; el agente más comunmente usado ha sido el Oxido Nitroso mezclado con 50% de oxígeno. . Todos estos agentes pueden proporcionar un gran alivio del dolor pero a costa de efectos secundarios no deseados ( Dickersin 1989). Efectos secundarios maternos de la Petidina son hipotensión ortostática , nauseas , vómitos y mareos . Todos los fármacos istémicos empleados para alivio del dolor cruzan la placenta y todos , a excepción del Oxido Nitroso , producen depresión respiratoria fetal y conductas anormales neonatales , incluyendo reluctancia a mamar . El Diazepam puede producir depresión respiratoria neonatal , hipotonía , letargia e hipotermia .
Analgesia epidural
De las diferentes técnicas de analgesia regional ( epidural , caudal , paracervical , espinal ) , la anestesia epidural es la más usada durante el parto . Sus efectos han sido investigados por diferenres estudios , los cuales compararon los efectos de la epidural con otras técnicas de alivio del dolor .Proporciona un mejor y más duradero control del dolor que los agentes sistémicos . El uso de la anestesia epidural en obstetricia necesita de uns requerimientos : el parto y alumbramiento debe acontecer en un hospital bien equipado , el anestesista debe estar disponible constantemente y la mujer necesita de una constante supervisión.
Con la epidural hay una tendencia a que el periodo de dilatación se alargue ligeramente y que sea más frecuente el uso de oxitocina . En varios estudios se demostró que el número de partos instrumentales aumentaba , especialmente si el efecto analgésico se mantenía durante el expulsivo. Un reciente estudio americano demostró un incremento en el número de cesáreas. cuando se usó la epidural ,especialmente si se había puesto antes de los 5 cm de dilatación. No existen estudios acerca de los efectos de la epidural sobre la madre y el feto a largo plazo. Un estudio observacional sugirió que no existían relación directa entre alivio del dolor y satisfacción. Aparentemente muchas mujeres afrontan el dolor del parto con actitud positiva , como una muestra de coraje , lo cual demuestra el caracter totalmente diferente del dolor de parto del dolor prducido por enfermedad. En una encuesta reciente a madres primerizas mostró que el apoyo ofrecido por las matronas durante el parto ejercía un aspecto muy positivo sobre la experiencia final del parto , mientras que el alivio del dolor no parecía tener ninguna implicación en las respuestas ( Waldenstrom et al , 1996).
No hay duda de que la anestesia epidural es muy útil en un parto complicado. Sin embargo si esta es aplicada a mujeres de bajo riesgo , habrá que preguntarse si al parto se le podrá seguir considerando “normal”.
Naturalmente la respuesta dependerá de lo que entendamos por normalidad. La analgesia epidural ha transformado un acto fisiológico en uno médico. La aceptación de esta transformación esta claramente determinada por factores culturales. Poe ejemplo , en EEUU y Gran Bretaña un número muy elevado de mujeres de bajo riesgo dan a luz con epidural , mientras que en la gran mayoría de los países en desarrollo muchos partos son domiciliarios sin ningún tipo de analgesia.
En conclusión , en la asistencia a un parto normal , son de primordial importancia los métodos no- farmacológicos de alivio del dolor . Procedimientos que requieran una gran cantidad de equipo técnico , como la anestesia epidural , sólo pueden ser desempeñados en grandes hospitales y por personal especializado. En muchos países estas facilidades no están disponibles , especialmente tratándose de un parto normal.

2.7 MONITORIZACION FETAL DURANTE EL PARTO

La monitorización del bienestar fetal es esencial durante el parto. La aparición de distres fetal , generalmente debido a hipoxia , nunca puede ser totalmente excluida , incluido durante un parto con los criterios de “normal” como son : comienzo a término ,después de un embarazo sin complicaciones . El riesgo de distres fetal parece ser mayor en el expulsivo y aún más si es un parto prolongado .

2.7.1 Evaluacion del líquido amniótico

La presencia de meconio puede indicar distres fetal y se asocia con muerte intrauterina y morbilidad neonatal . Su presencia durante el parto se considera una indicación para referir a la mujer , por la matrona , a un especialista . Un meconio espeso en el momento de la amniorexis conlleva el peor de los pronósticos ; meconio sin diluir a su vez refleja escasa cantidad de líquido amniótico . La falta de líquido amniótico en el momento de la amniotomía se debe considerar también como un factor de riesgo . Una presencia escasa de meconio en el líquido amniótico probablemente refleja un riesgo menor , pero no ha sido investigado en profundidad .

2.7.2 Monitorizacion de la frecuencia cardiaca fetal

La relación existente entre bienestar fetal y la frecuencia cardiaca fetal ha sido investigada en diversos estudios. Está claro que el distres fetal se puede manifestar con anormalidades en la frecuencia cardiaca : bradicardia ( menos de 120 lat/min) , taquicardia ( más de 160 lat / min) , variabilidad reducida o desaceleraciones . Hay dos métodos de de monitorizar la frecuencia cardiaca fetal : auscultacion intermitente y vigilancia electrónica continua.
La auscultación intermitente se puede hacer usando un estetoscopio de Pinard , como se ha venido haciendo desde principios del siglo o con un aparato doppler manual. Cuando se usa el estetoscopio , la mujer se encuentra de espaldas o de un lado , aunque es posible oir los latidos del feto incluso estando de pie o sentada . El Doppler se puede aplicar en diversas posturas . La auscultación se ha de realizar una vez cada 15 a 30 minutos durante la fase de dilatación y después de cada contracción en el expulsivo . Si se considera necesario , el latido fetal se compara con el materno . La auscultación intermitente con el Pinnard es la única opción disponible para la mayoría de las matronas de la periferia . Una ventaja de la auscultación intermitente es su simplicidad , un buen ejemplo de tecnología apropiada , , su precio y lo fácil de utilizar , además de ofrecer libertad de movimientos a la mujer. Esto significa que con una enseñanza adecuada , la matrona puede monitorizar la frecuencia cardiaca fetal en cualquier lugar y no necesita estar confinada en hospitales con sofisticados equipos técnicos , como monitores electrónicos. La vigilancia de la parturienta puede ser realizada por la matrona en casa o en una pequeña maternidad.
La monitorización electrónica de la frecuencia cardiaca fetal se usa durante el embarazo de gestantes de alto riesgo , y también durante el parto . Esta normalmente se realiza por medio de un doppler externo , o por un electrodo interno (vaginal) adherido a la cabeza fetal después de la amniotomía . Aunque la información acerca de la frecuenciacardiacaes más exacta con el último sistema , su interpretación es dificil; los trazados son interpretados de manera distinta por las distintas matronas o médicos e incluso por las mismas personas pero en diferentes momentos . La sensibilidad de estos métodos en la identificación de distres fetal es alta , pero su especificidad es baja . Esto significa que el método proporciona un índice muy alto de falsos positivos , y un número muy elevado de intervenciones innecesarias , especialmente si se utilizan en el grupo de mujeres de bajo riesgo ( Curzen et al, 1984). En embarazos de alto riesgo el método ha demostrado ser útil y a su vez ofrece tranquilidad a la madre , aunque su uso restrinja sus movimientos.
Uno de los inconvenientes de la monitorización electrónica es que tanto las matronas como los familiares enfocan su atención más a la máquina que a la propia parturienta .En algunos hospitales tecnicamente bien equipados ,esta monitorización se centraliza en una habitación haciendo que la matrona sólo se fije en los monitores sin tener necesidad de entrar en la habitación.
2.7.3 Analisis de muestra sanguinea fetal

La técnica de tomar una muestra sanguinea de la cabeza fetal se ha venido utilizando desde principios de los 60. Se analiza el estado ácido - base de la sangre , especialmente el pH . Existen dudas acerca de la exactitud del resultado al tomarse la muestra de una parte cronicamente edematosa , pero aún así ha demostrado su valor en el uso clínico , en combinación con la monitorización electrónica . El recurso es caro , invasivo , largo e incómodo para la mujer . Al igual que el electrodo interno , su uso puede acarrear riesgos como traumatismos , infección y posiblemente dolor al feto. Finalmente , requiere de continua disponibilidad de un laboratorio y personal cualificado . Es por esto que su uso está restringido a grandes hospitales con gran número de partos de alto riesgo. Su papel en el seguimiento de un parto de bajo riesgo es limitado: unicamente para propósitos diagnósticos trás detectar alteraciones de la frecuencia cardiaca fetal (Grant 1989).

2.7.4 Comparacion entre auscultacion y monitorizacion electronica fetal

Estos dos métodos de vigilancia fetal han sido comparados en multitud de estudios. El índice de cesáreas y de partos instrumentales fue más alto en todos los grupos electronicamente monitorizados. Si no se disponía de facilidades para realizar analisis de muestra sanguinea fetal , el índice de cesáreas fue incluso mayor. Existe poca evidencia de que el índice elevado de intervenciones en los grupos electronicamente monitorizados proporcionase notables beneficios a los fetos. Ni las muertes perinatales ni los indices de Apgar bajos se redujeron .Unicamente mejoró una cosa del desenlace neonatal : las convulsiones ( MacDonald et al , 1985). Un estudio más profundo demostró que el riesgo más alto de convulsiones producido en el grupo de auscultación , se limitaba a los partos en los que se había utilizado oxitocina. El seguimiento de los niños con convulsiones , demostró una incidencia similar de alteraciones neurológicas entre los dos grupos.
Estos datos tienen importantes consecuencias para la vigilancia fetal durante el parto normal. El incremento sustancial de intervenciones, si el parto es monitorizado electrónicamente, nos confirma la baja especificidad de este método en los casos de bajo riesgo, y no parece ofrecer beneficios sustantivos para le niño. La única excepción es la aparición de convulsiones neonatales. Sin embargo, esto ocurrió principalmente en niños nacidos con el uso de infusiones de oxitocina, y uno se puede preguntar si el parto inducido o aumentado por oxitocina puede ser considerado un “parto normal”. En países con técnica sofisticadas, en los cuales los partos son aumentados con oxitocina o prostaglandinas son considerados de alto riesgo, y estos partos sólo son realizados bajo la responsabilidad del obstetra; por lo tanto la vigilancia fetal se hará con monitorización electrónica.
La monitorización electrónica intermitente es una variación de la monitorización electrónica continuada. Este método se usa durante períodos de media hora al comienzo del parto, y subsecuentemente a intervalos regulares por un período de aproximadamente 20 minutos. En un estudio al azar se compararon los dos métodos y el resultado de ambos grupos fue igual de bueno. Aunque en este estudio el índice de intervención fue bajo en ambos grupos, se puede esperar que el método si es aceptado en un parto normal, tendrá las mismas desventajas que la monitorización continua, aunque este resulte menos obvio. Esto incluye restricción de movimientos durante la aplicación y baja especificidad con las consecuentes intervenciones.
En conclusión, el método de elección para la monitorización de un feto durante un parto normal es auscultación intermitente. En muchos países es el único método disponible para la gran mayoría de las mujeres. Pero también en países industrializados donde el equipo electrónico es de más fácil acceso, la auscultación es el método de elección en un parto normal. Es esencial un cuidado individualizado de la parturienta y esto se puede conseguir fácilmente por el contacto personal de la auscultación. Sólo mujeres con riesgo elevado, como partos inducidos o aumentados, complicados por líquido teñido o por cualquier otro factor de riesgo parecen beneficiarse de la monitorización electrónica. En la mayoría de los partos sin riesgo, la monitorización electrónica incrementa el número de intervenciones sin claro beneficio para el feto y con un grado adicional de incomodidad para la mujer.

2.8. Asepsia
La limpieza es un requerimiento fundamental, sin tener en cuenta donde tenga lugar el parto. No es necesario el grado de esterilización usada normalmente en un quirófano, pero las uñas deben estar cortas lo mismo que limpias y las manos deben estar cuidadosamente lavadas con agua y jabón. Se debe poner gran atención en la higiene personal de la parturienta, así como de la limpieza de la habitación y de todos los materiales usados durante el parto. En algunos países se usan máscaras y batas estériles para proteger a la parturienta de infecciones. Para este propósito son inútiles. Sin embargo, en regiones con una alta prevalencia de VIH y virus de la hepatittis B y C estas prendas son muy útiles para proteger a la matrona del contacto con sangre contaminada y otros materiales (OMS, 1995).
La OMS ha dictaminado los contenidos que han de tener un kit de alumbramiento y su uso correcto y efectivo. Los programas ya en marcha para lograr un efecto positivo del uso de las tres limpiezas (manos, aréa perilineal y umbilical) necesitan ser mantenidas y expandidas. El contenido de un kit varía de país a país, pero deben cumplir las necesidades específicas de una mujer pariendo y estar disponibles en cualquier región remota de un país. Estos simples pero efectivos kits pueden ser preparados en casa e incluyen una cuchilla nueva esteril para el cordón umbilical. El kit y sus contenidos deben mantenerse limpios y no necesitan ser esterilizados. Los materiales desechables del kit no deben ser usados de nuevo.
Los instrumentos destinados para ser usados de nuevo deben ser descontaminados apropiadamente de acuerdo con las pautas dadas por la OMS. El equipo que se pone en contacto con piel intacta puede ser lavado, y los instrumentos que se ponen en contacto con membranas mucosas o piel no intacta deben ser estirilizados, hervidos o desinfectados químicamente, y los instrumentos que penetran en la piel deben ser estirilizados. Estos métodos sirvan para prevenir la contaminación de la mujer y de las matronas.
Algunas medidad deben ser tomadas en todos los partos, para prevenir posibles infecciones de la mujer y/o de la matrona. Estas medidas incluyen el evitar contacto directo con sangres y otros fluidos corporales, con el uso de guantes durante el examen vaginal, el alumbramiento del niño y al coger la placenta. Es importante reducir el potencial de infección restringiendo el uso de técnicas invasivas como episiotomía, al mínimo posible y cuidando mucho el uso de agujas e instrumentos cortantes.

3. CUIDADOS DURANTE LA FASE DE DILATACION

3.1. Evaluación del comienzo del parto
La evaluación del comienzo del parto es uno de los valores más importantes del manejo del mismo. Signos del comienzo de este son:
- Contracciones dolorosas y regulares
- Acortamiento y/o dilatación del cervix
- Pérdida del líquido amniótico
- Flujo sanguinolento
La ruptura de las membranas es un claro signo de que algo irreversible ha sucedido. Los otros síntomas son menos obvios: las contracciones se pueden notar anteriormente al comienzo del parto, y la dilatación cervical puede estar presente semanas antes del final del embarazo, pudiendo progresar muy despacio. La matrona tiene que ser capaz de distinguir entre un falso parto o el principio del mismo; generalmente un examen vaginal es necesario para detectar alteraciones del cervix. El establecer correctamente el inicio de una parto es inevitablemente la base para identificar un parto prolongado que requiera intervención. Si el diagnóstico de “comienzo del parto” se realiza erroneamente, el resultado puede ser intervenciones innecesarias como amniotomía o infusiones de oxitocina. El diagnóstico de “fase latente prolongada” es mejor sustituirlo por “falso parto”, porque de hecho el parto todavía no ha comenzado. A veces la distinción entre comienzo de parto y falso parto sólo puede ser realizado después de un corto período de observación.
La ruptura espontánea de las membranas antes del parto, a término, provoca discusiones a cerca del riesgo de una examen vaginal, inducción del parto y antibióticos profilácticos. En un estudio realizado al azar a cerca de inducir después de 12 horas frente a manejo expectante durante 48 horas, en el grupo de inducciones la necesidad de analgesia fue significativamente mayor y hubo más intervenciones, mientras se produjo infección neonatal en 1,6% en el grupo de inducciones frente a un 3,2% en el grupo del manejo expectante. No se usaron antibiótico profilácticos y el examen vaginal sólo se practicó si el parto había comenzado. Un enfoque conservador el cual está apoyado por la evidencia, aconseja una política de observación sin práctica de exámenes vaginales ni antibióticos, durante las primeras 48 horas después de la ruptura de membranas. Si la mujer no se ha puesto de parto durante este período de tiempo (en cerca del 20% de las mujeres), se podría considerar la utilización de oxitocina. Sin embargo, estos resultados han sido obtenidos en poblaciones de mujeres sanas de países desarrollados, y en hospitales donde era posible mantener altos niveles de higiene. En poblaciones diferentes puede ser necesario un manejo más activo, con el uso de antibióticos y más pronta inducción de parto. Dado que en los países en desarrollo la sepsis puerperal es generalmente la tercera o cuarta causa de mortalidad materna, son necesarios todos los esfuerzos posibles para prevenirla.

3.2 Posicion y movimientos durante la fase de dilatacion

Diversos estudios han demostrado que, durante la fase de dilatación del parto, la posición supina afecta al flujo sangüineo del útero. El peso del útero puede provocar compresión aortocaval y el reducido flujo sangüineo puede comprometer la condición del feto. La posición supina, asímismo, también reduce la intensidad de las contracciones. Y así interfiere con el progreso del parto. Ponerse de pie o tumbarse de lado se asocianan con una mayor intensidad y eficiencia de las contracciones.

A pesar de la prevalencia de la posición supina muchas otras opciones están abiertas a la parturienta. Sin embargo, muchos factores limitan frecuentemente estas opciones, desde el diseño de la cama o la presencia de vías intravenosas o del equipo de monitorización. Cuando estos factores son los mínimos la mujer se puede poner de pie, caminar, sentarse, tomar un baño o ducha para relajarse o adoptar cualquier posición que alternativamente escoja. Diversos estudios han comparado estas posiciones con la supina y han demostrado que el parto resultó ser menos doloroso y que la aumentación fue usada menos frecuentemente en las posiciones no supinas.

En conclusión no existe ninguna evidencia que apoye la posición supina durante el período de dilatación. La única excepción es cuando las membranas se han roto estando la cabeza demasiado alta. Cuando las membranas están rotas y la matrona ha determinado que la cabeza está suficientemente fija en la pelvis, es cuando a la mujer se le puede dar a elegir la posición que ella prefiera.

3.3. Examen vaginal

Esta es una de las acciones diagnósticas esenciales en el reconocimiento del comienzo y progreso del parto. Sólo debe ser realizado por personal experto, con manos limpias, cubiertas por guantes estériles. El número de examenes vaginales se debe limitar al estrictamente necesario; durante la fase de dilatación generalmente una vez cada cuatro horas es suficiente. Si el parto progresa con rapidez, las matronas expertas pueden incluso limitar el número de examenes a uno. Idealmente, ese sería el examen necesario para establecer la fase activa del parto, para confirmar el hecho de que existe dilatación cervical (el criterio más objetivo de un parto activo). Otras práctica en el manejo del parto es llevar a cabo un examen vaginal únicamente cuando existe una indicación para ello, por ejemplo cuando la intensidad y frecuencia de las contracciones decrece o cuando hay signos de que la mujer quiere empujar o antes de la administración de analgésicos.

En las escuelas de matronas el examen vaginal llevado a cabo por un estudiante a veces tendrá que ser repetido y confirmado por el supervisor. Esto sólo puede ser hecho bajo el consentimiento de la parturienta. Bajo ninguna circunstancia debe una mujer ser forzada a someterse a frecuentes y repetidos examenes vaginales por las matronas o estudiantes.

En el pasado la examinación rectal se creía que evitaba la contaminación de la vagina. Esta práctica no es recomendable. Estudios comparativos entre examenes vaginales y rectales mostraron una incidencia similar de infección puerperal en ambos procedimientos.

3.4. Monitorización del progreso del parto

La evaluación del progreso del parto se hace observando a la mujer; su apariencia, conducta, contracciones y el descenso de la cabeza fetal. La medida más exacta es la dilatación del cervix. Una desviación sobre el índice de dilatación normal debería ser una indicación para revisar los planes del manejo del parto. En el método de la OMS la línea de alerta se pasa si la dilatación es inferior a 1 cm por hora; si la mujer se encuentra en un centro de salud esta es una causa para trasladarla a un hospital. La línea de acción se pasa si el retraso en el progreso continua por más de cuatro hora. Entonces un examen exhaustivo de la causa o demora se realizará, y se tomará una decisión a cerca del manejo apropiado. Aunque estas estrictas reglas no son seguidas en todos los países, constituyen unas guías útiles, especialmente en aquellas situaciones donde las distancias a un centro de referencia son grandes y las matronas se encuentran solas. En América Latina se usa un partograma diferente, diferenciando entre nulíparas o multíparas, membranas intactas o rotas y posición de pie o tumbada.

La relación entre parto prolongado y desenlace materno y fetal adverso es la razón por la cual es tan importante monitorizar el progreso del parto con exactitud. Progreso lento debería ser una razón para evaluar más que para intervenir. Una desproporción cefalopélvica deberá ser considerada cuando el progreso es lento. La pelvimetria intraparto con rayos X no ha demostrado eficacia alguna. Los ensayos disponibles sobre pelvimetría con rayos X demostraron un incremento de cesáreas, pero ningún beneficio en términos de reducción morbilidad neonatal. La pelvimetría de rayos X durante el embarazo y parto incrementa la incidencia de leucemias en la infancia y debería ser abolida. En manos expertas la pelvimetria manual puede llegar a ser útil. Si las membranas están intactas el progreso lento durante el parto generalmente no está causada por una desproporción. Entonces un manejo expectante debería ser la opción a elegir. Cuando las membranas están rotas un progreso lento es más probable que sea consecuencia de problemas mecánicos.

3.5. Prevención del parto prolongado

Diversas medidas han sido propuestas para prevenir el retraso en el progreso del parto; a veces estas acciones se realizan con mucha antelación. Las intervenciones más comunes son amniotomía e infusiones de toxitocina tempranas, o una combinación de las dos. La amniotomía temprana interfiere con el proceso fisiológica de la ruptura de las membranas fetales. Bajo condiciones normales las membranas se mantienen intactas hasta alcanzar la dilatación completa en el 75% de los casos. La amniotomía antes de la dilatación completa se utiliza frecuentemente como una método para acelerar el parto.

3.5.1. Amniotomía temprana

Esta intervención se ha venido recomendado como un procedimiento de rutina una hora después de la admisión de la mujer de parto. En un estudio se demostró un considerable incremento de las deceleraciones de tipo 1 después de practicar una amniotomía temprana. Diversos estudios han sugerido que una amniotomía temprana estando la mujer de parto conduce a una aceleración de 60 a 120 minutos en la duración de este, sin afectar al uso de analgesía ni a los índices de partos instrumentales o cesáreas. Estos estudios no confirman que la amniotomía temprana tenga un efecto favorable o desfavorable en la condición del neonato. No es posible determinar que una amniotomía temprana tenga una clara ventaja sobre el manejo expectante o viceversa. Y es por esto, que en el parto normal debería existir una razón válida para interferir con el proceso espontáneo de la ruptura de las membranas.

3.5.2 Infusión intravenosa de oxitocina

Es utilizada frecuentemente para acelerar el parto después de la ruptura de las membranas , ya sea de forma espontánea o provocada. La combinación de la oxitocina con la amniorexis temprana se denomina frecuentementa “manejo activo del parto” , y se realizó por primera vez en Irlanda. Esta técnica con ligeras modificaciones ha sido adoptada en todo el mundo. De acuerdo con los protocolos acerca del “ manejo activo del parto” , una vez que se ha realizado la amniotomía se deben realizar examenes vaginales cada hora , y se debe comenzar una infusión de oxitocina si la dilatación cervical es menor a 1 cm por hora. De tres estudios a cerca de la duración del parto después de aumentación con oxitocina comparado con grupos control, sólo uno demostró una duración menor del parto cuando se utiliza oxitocina. En uno de estos estudios la mujer del grupo control fue animada a moverse, levantarse o sentarse y se demostró que la duración del parto en este grupo control fue ligeramente menor que en el grupo de la aumentación. Tampoco se observó ningún cambio significativo en los índices de Apgar de los dos grupos. La mayoría de las mujeres recalcaron la incomodidad del proceso de la aumentación. Más del 80% sintieron que la oxitacina había aumentado el dolor. La mitad de las mujeres en el grupo control que habían sido movilizadas, dijeron que la movilidad había hecho disminuir el dolor, mientras que un 24% no notaron ninguna diferencia.

En conclusión, acorde con los datos disponibles no está claro que el uso de la oxitocina para acelerar el parto ofrece ningún beneficio a la mujer o a los fetos. Por supuesto esto no significa que la oxitocina sea inútil en la terapia de un parto prolongado. Sin embargo, no existe evidencia alguna de que la prevención de un parto prolongado por el uso indiscriminado de la oxitocina en un parto normal sea beneficioso. Sería justo preguntarse si un parto acelerado por una infusión de oxitocina puede ser considerado como normal. En muchos lugares las infusiones de oxitocinas son únicamente administradas en el hospital bajo la supervisión del obstetra. Esta es una precaución razonable, dada la naturaleza imprevisible de un parto manejado artificialmente. Como regla general la oxitocina solamente debiera ser usada para aumentar partos en lugares donde existe un acceso inmediato a una cesárea si fuera necesaria. La necesidad de aumentar un parto se considera una indicación para trasladar a la paciencia a servicios obstétricos donde exista facilidades obstétricas y el seguimiento fetal subsiguiente ha de ser realizado con monitorización electrónica. La aumentación con oxitocina se considera una intervención mayor y sólo debe ser implantada con una indicación válida. Lo mismo se ha de atribuir a las técnicas más modernas de aumentación como son el uso de las prostaglandinas.
3.5.3. Administración intramuscular de oxitocina

El uso intramuscular de cualquier oxitócido antes del nacimiento del feto es generalmente considerado como peligroso, porque la dosis no puede ser adaptable al nivel de la actividad uterina. Se puede producir hiperestimulación siendo peligrosa para el feto. Asímismo se ha demostrado un incremento de la incidencia de ruptura de útero, con las correspondientes graves secuelas. Pero aún así la administración intramuscular de oxitocina se sigue practicando, a veces ante la petición de la gestante o su familia esperando un alumbramiento más rápido. En algunos países en desarrollo este fármaco puede ser obtenido en el mercado. Esta práctica dañina debería ser abandonada. Lo mismo se puede decir de la amdinistración de otros oxitócicos, como las prostaglandinas.

4. CUIDADOS DURANTE EL PERIODO EXPULSIVO DEL PARTO

4.1. Aspectos fisiológicos

Durante el período expulsivo del parto la oxigenización al feto se ve gradualmente reducida porque el feto está siendo expulsado de la cavidad uterina produciendo retracción del útero y descenso de la circulación placentaria. Más aún las contracciones fuertes y el empuje activo de la mujer puede reducir incluso más la circulación uteroplacentaria . El descenso de la oxigenación se acompaña de acidosis . Pero existen , sin embargo , amplias variaciones en la seriedad y efectos de estos procesos y es por esto por lo que la matrona debe monitorizar cuidadosamente el estado del feto.

4.2 Inicio del expulsivo

El comienzo de esta fase viene determinado por los siguientes síntomas :
* La mujer siente necesidad de empujar , debido a que el saco amniótico o la cabeza protuye a trvés del cervix dilatado.
* A menudo las membranas se rompen espontaneamente;

De lo dicho aquí arriba se deduce que a veces el comienzo del expulsivo no se conoce con exactitud. La mujer puede sentir la necesidad de empujar antes de la dilatación completa o por el contrario puede estar completa sin sentir necesidad de empujar. Cuando se diagnostica la dilatación completa , no es posible saber con exactitud cuando se ha producido.
En algunos hospitales , cuando comienza el expulsivo ,es práctica habitual el trasladar a la mujer desde su habitación al paritorio. Este está equipado con grandes lámparas , instrumentos ,y una cama con facilidades para colocar a la mujer en posición de litotomía . Aunque estas facilidades son más convenientes para la matrona u obstetra si se va a realizar un parto instrumental , a la mujer cualquier traslado innecesario le resulta incómodo . Tanto el parto , como el alumbramiento pueden ser atendidos en la misma habitación , sin existir la necesidad de tener que trasladar a la mujer .

4.3 Inicio de la fase activa del expulsivo

A menudo las matronas deciden iniciar la fase activa del expulsivo animando a la mujer a empujar una vez se ha diagnosticado la dilatación completa o a veces incluso antes. Pero el manejo fisiológico debería ser el de esperar a que la mujer sienta ganas de empujar. Hay veces que incluso estando completa la mujer no siente la necesidad de empujar y basta con esperar de 10 a 20 minutos para que esta sensación comience. No existen estudios acerca del efecto del comienzo temprano o tardío de la fase activa , pero si los hay con el uso de epidural. Con el uso de esta , el reflejo de empujar se inhibe por lo que se puede esperar a empujar hasta que el vertex este bien visible en el introito. Este procedimiento ha sido comparado con el comienzo del empuje una vez se ha diagnosticado la dilatación completa ( McQueen et al 1977) . El retraso en el empuje no mostró ningún efecto adverso en el desenlace fetal o neonatal. Por el contrario en el grupo que comenzó la fase activa antes , se demostró una incidencia más elevada e partos instrumentales . Aunque estos resultados fueron obtenidos de pacientes con epidural , los resultados concuerdan con la experiencia clínica de algunas matronas que retrasan el comienzo de la fase activa hasta que la mujer siente ganas e empujar. Esta práctica resulta más sencilla para la mujer y tiende a reducir la duración de la fase activa.
Se suele decir que cuando comienza el expulsivo es conveniente vaciar la vejiga por cateterización , lo cual es un procedimiento innecesario que puede desencadenar infecciones del tracto urinario . En el expulsivo , cuando la cabeza fetal está firmemente encajada en la pelvis , la cateterización puede ser muy dificil e incluso traumática por lo que es conveniente hacer que la mujer orine espontaneamente en la fase de dilatación , lo cual debería ser suficiente en un parto normal.

4.4 ¿ Como empujar en el expulsivo ?

En muchos paritorios se anima a la mujer a empujar de una manera continua y sostenida ( Valasalva ) durante el expulsivo. Otra alternativa consiste en dejarle a la mujer que empuje libremente cuando ella lo necesite. Estas dos prácticas han sido evaluadas en diversos estudios ( Barnett et al 1982 , Parnell et al , 1986 ; Thomson 1993 ) . El empujar espontaneamente consiste en , de 3 a 5 empujes cortos ( 4 a 6 segundos) con cada contracción , comparados con empujes de 10 a 30 segundos de duración al mismo tiempo que se contiene la respiración . Esta segunda opción demostro un acortamiento del expulsivo , pero puede inducir alteraciones de tipo respiratorio en el latido cardiaco. Si la mujer se encuentra tumbada de espaldas , esto puede asociarse con una compresión de la aorta y disminución del flujo sanguineo uterino . Las publicaciones demostraron un descenso del pH medio de la arteria umbilical en el segundo grupo , asi como índices de Apgar inferiores. La evidencia disponible es limitada , pero se puede afirmar que aunque el empuje continuo y sostenido parece acortar ligeramente el periodo expulsivo , esto no confiere ningún beneficio debido a que parece comprometer el intercambio de gas materno - fetal.
En muchos países es común la práctica de aplicar presión en el fondo uterino durante el expulsivo Esto se hace con el fín de acelerar el expulsivo . A veces se realiza justo antes de dar a luz y otras desde el comienzo del expulsivo . Esto aparte e acarrear molestias maternas , existe la sospecha de que pudiera ser dañino para el útero , perine y feto, pero desafortunadamente no existen estudios al respecto. La impresión general es que se usa con demasiada frecuencia , no estando demostrada su efectividad.

4.5 Duracion del expulsivo

En 1930 De Snoo , determinó la duración del periodo expulsivo en 628 primiparas , con feto en cefálica . Este fue de una hora y cuarto con una media de 1 hora. Desde entonces la duración media del expulsivo ha sido determinada por la finalización artificial del parto después de un período máximo permitido por la matrona. En primíparas actualmente la duración media del expulsivo se cifra en aproximadamente 45 minutos. La asociación entre un período expulsivo prolongado con hipoxia fetal y acidosis fue un incentivo para acortar el expulsivo del parto incluso en la ausencia de esfuerzo materno o problemas fetales. Esta política ha sido examinada en distintos estudios. La finalización del parto después de un expulsivo sin complicaciones condujo a unos valores de pH de arteria umbilical siginifacativamente mayores, sin que exista ninguna otra evidencia que esta política tenga un efecto beneficioso en el niño. El trauma materno y ocasionalmente fetal resultante del incremento de interferencia quirúrgica que esta política involucra puede difícilmente ser justificada. Si las condiciones maternas y fetales son buenas y existe progresión de parto, no existe ninguna razón de peso que estipule la duración del expulsivo o p.e. de una hora.

Diversos estudios de seguimiento han sido publicados a cerca de la condición neonatal después de una expulsivo de diferentes duraciones. En el estudio de Wormervee, un cohorte de 148 neonatos fue examinado usando la determinación de pH en arteria umbilical y el índice neurológico de Prechtl en la segunda semana de vida. El expulsivo varió desde menos de una hora de duración (66% de mujeres nulíparas) hasta 159 minutos. No se encontró correlación alguna entre la duración del expulsivo y la condición neonatal. Un estudio reciente ha sido publicado a cerca de 6.759 nacidos de mujeres primíparas pesando más de 2500 grs.; el expulsivo duró más de 3 horas en el 11%. No se encontró relación alguna entre la duración del expulsivo e índices de Apgars bajo a los cinco minutos, convulsiones neonatalas o necesidad de ser ingresado a una unidad neonatal.

En conclusión, las decisiones a cerca de acortar el expulsivo deben ser basadas en la vigilancia de la condición materna y fetal y en el progreso del parto. Si existen signos de distrés fetal o la parte que presenta no desciende en la pelvis entonces existe una buena razón para terminar el parto, pero si la condición de la madres es satisfactoria, el feto está en buenas condiciones, y existe evidencia de descenso de la cabeza fetal, no hay razón para la intervención. Sin embargo, después de una expulsivo de más de dos horas en nulíparas y más de una hora en multíparas las opciones de una parto espontáneo decrecen y la terminación de este debería ser contemplada.

En todo el mundo, en países desarrollado y en desarrollo, el número de partos instrumentales se ha incrementado notoriamente. Las causas no se saben exactamente, pero a parte de la anteriormente citada rígida adherencia a la duración estipulada del expulsivo, la incidencia de partos instrumentales puede estar influenciada por la miedo a la mala práctica, por conveniencia y por motivos financieros. Investigaciones entre los obstetras y residentes en Holanda demostraron que la tendencia a un mayor intervencionismo se contrarrestaba con la presencia de matronas en el hospital. Aparentemente, el atender a un parto con profesionales que no están cualificadas para intervenir, pero que actuan hacia la preservación de la normalidad pueden prevenir intervenciones innecesarias. La epidemia del parto instrumental necesita más atención, porque intervenciones innecesarias pueden dañar a la mujer y a los niños.

4.6. Posición materna durante el expulsivo

Diversos estudios han sugerido que una posición vertical o lateral durante el expulsivo demostraron bastantes ventajas sobre la posición dorsal. La posición vertical produce menos incomodidades y dificultades al empujar, menos dolor de parto, menos trauma permilineal y vaginal e infecciones. En uno de los ensayos se observó una duración menor del expulsivo en la posición vertical. En lo referente a la condición del niño, en algunos estudios se observaron menos cantidad de índices de Apgars menores de siete en la posición vertical.

Una posición vertical, con o sin el uso de una silla para dar a luz, puede producir más desgarros labiales, y los resultados sugieren un incremento de desgarros de tercer grado aunque el número de pacientes estudiados es muy pequeño. A su vez se ha demostrado un mayor incremento de hemorragia postparto en las mujeres que adoptaron la posición vertical. La causa todavía no se ha determinado; probablemente en esta posición la medición de la pérdida sangüínea es más exacta, pero la diferencia podía ser debido también al incremento de presión sobra las venas pélvicas y vulvares. En un estudio la hemoglobina fue más baja en el cuarto día postparto, aunque la diferencia no fue significativa. La posición de la madre durante el expulsivo afecta a la condición del feto como lo hace también en la fase de dilatación. Ensayos demostraron una frecuencia menor de anormalidades del índices cardiaco fetal en las posiciones verticales y un pH de arteria umbilical superior. Algunos ensayos preguntaron a la mujer a cerca de qué posición preferían y demostraon gran entusiasmo por las posturas verticales, ya que les producía menos dolor. La posición de litotomía fue descrita como más incómoda y dolorosa, además de que les restringía su movimiento. Mujeres que habían dado a luz en esta posición, prefirirían adoptar la posición vertical para el futuro.

Muchos de los efectos positivos de la posición vertical dependen de la capacidad de la matrona y su experiencia con cualquier otra posición además de la supina. Un amplio conocimiento de las ventajas de atender a una mujer en varias posiciones puede hacer su parto diferente.

En conclusión, tanto para la fase de dilatación como para el expulsivo, la mujer puede adoptar la posición que ella prefiera, evitando preferiblemente estar largos períodos en posición supina. Se les debe animar a experimentar lo que ellas sientan como más cómodo y se les debe animar con su elección. Las matronas necesitan enseñanza en atender partos en otras posiciones que la supina para que la elección de la posición no sea un factor inhibidor.

4.7. Cuidados del periné

Daños al periné es uno de los traumas más frecuentes expermentados por las parturientas. Existen varias técnicas y prácticas encaminadas a reducir el daño o aminorarlo a unas proporciones aceptables.

4.7.1 “ Protegiendo el periné “ durante el expulsivo

Muchos libros de texto describen métodos de como proteger el periné durante el nacimiento de la cabeza fetal : los dedos de una mano ( generalmente la derecha ) protegen el periné , mientras con la otra mano se presiona sobre la cabeza fetal con el fin de controlar la velocidad de salida de esta , intentando con ello reducir el daño sobre los tejidos perineales. Con esta maniobra se pueden prevenir desgarros sobre el periné , pero a su vez resulta probable que la presión ejercida sobre la cabeza fetal impida el movimiento de extensión de esta y la desvíe del arco púbico hacia el periné , incrementando así las posibilidades de daño perineal.Al no existir ningún tipo de estudios referentes a esta estrategia o a la opuesta : el no tocar el periné ni la cabeza durante esta fase del parto , es imposible determinar que estrategia es mejor. La práctica de proteger el periné con las manos es más facilmente aplicable si la mujer se encuentra en posición supina .
Otra técnica encaminada a proteger el periné , es hacer masajes a este durante la última fase del expulsivo , con el ánimo de dilatar los tejidos. Esta técnica nunca ha sido convenientemente evaluada , pero existen dudas acerca del beneficio de la aplicación de masajes continuados a tejidos que se encuentran altamente vascularizados y edematosos .
Otras técnicas , también exentas de evidencia suficientes , se refieren a los diversos métodos de parir los hombros y el abdomen del feto después del nacimiento de la cabeza . No está claro si estas son siempre necesarias y ni si son apropiadas. La “ Unidad Nacional de Epidemiología Perinatal” en Oxford está actualmente haciendo un estudio acerca del “ Cuidados del periné en el parto - Manos encima o fuera “ , el así llamado “ Estudio HOOP” , proporcionará datos fiables acerca de los efectos de las diversas técnicas de parir la cabeza y los hombros sobre el periné ( McCandlish 1996 ).

4.7.2 Desgarros perineales y episiotomías

Los desgarros perineales ocurren con frecuencia, especialmente en primiparas . Los desgarros de primer grado muchas veces no necesitan ser reparados , los de segundo grado generalmente pueden ser facilmente suturados bajo anestesia local , y como regla general cicatrizan sin mayores complicaciones . Los desgarros de tercer grado pueden tener complicaciones más serias y deberían , siempre que sea posible , ser reparados por un obstetra , de cara a prevenir incontinencia y / o fístulas fecales .
Las episiotomías se realizan frecuentemente , pero su incidencia varía . En los Estados Unidos , son realizadas en un 50 a 90 % de las primiparas , siendo esta técnica el procedimiento quirúrgico más empleado en este país ( Thacker y Banta , 1983 , Cunningham et al , 1989 ). En muchos centros existen protocolos “ basura “ , referentes a que toda primipara necesita de una episiotomía . Las matronas holandesas tienen una frecuencia de episiotomías el 24.5 % , 23.3 % de ellas siendo mediolaterales y un 1.2 % de linea media ( Pel et Heres 1995 ) . Las episiotomías de linea media son más facilmente suturables y presentan la ventaja de dejar menos tejido cicatricial , mientras que las mediolaterales evitan con más efectividad el recto y el esfinter anal. Son buenos motivos para practicar una episiotomía durante un parto normal : Signos de distress fetal , Progreso insuficiente del nacimiento , Amenaza de un desgarro de tercer grado ( incluyendo desgarros de tercer grado en partos previos ) .
Estas tres indicaciones son válidas , aunque la predicción de un desgarro de tercer grado es muy dificil. La indicencia de estos es de un 0.4 % y el diagnóstico de una “ amenaza de desgarro de tercer grado” sólo debería ser hecho ocasionalmente.
En la literatura se mencionan diversas razones para el uso liberal de la episiotomía . Estas incluyen argumentos que substituyen una incisión quirúrgica limpia por una laceración , ya que esta es más fácil de reparar y cicatriza mejor que un desgarro ( Cunningham et al 1989 ). que el uso de la episiotomía previene un trauma perineal serio ; que las episiotomías previenen traumas en la cabeza fetal ; y que las episiotomías previenen traumatismos en los músculos del suelo pélvico . y así evitan la aparición de incontinencia de stress.
Las evidencias que soportan estos supuestos beneficios del uso libre de la episiotomía han sido investigados en diversos estudios. ( Sleep et al 1984 , Harrison et al 1984 , House et al 1986 ). Los datos obtenidos a partir de estos no muestran evidencias para apoyar esta política. El uso liberal de la episiotomia se asocia con índices más altos de daño perineal y más bajos de mujeres con periné intacto . El grupo de mujeres en los que se practicó el uso incondicional de episiotomías , experimentó un considerable aumento del daño perineal a los 10 días y a los tres meses del parto. No existe evidencia alguna de que la episiotomía ejerza ningún efecto protector sobre la condición fetal . En un estudio de seguimiento a mujeres , que habían recibido una episiotomía , tres años después del parto , no se demostró ninguna influencia de esta sobre la incontinencia de estress . En un estudio observacional de 56471 partos atendidos por matronas , se encontró una incidencia de desgarros de tercer grado , en mujeres que no habían recibido episiotomía , del 0.4 % , la misma que con una episiotomia mediolateral ; la incidencia con episiotomías de linea media fue del 1.2 % ( Pel and Heres 1995 ) .
La matrona que realiza episiotomias debe ser capaz de suturar estas y desgarros correctamente . La episiotomía debe ser hecha y reparada con anestésico local , con las máximas precauciones de cara a la prevención del contagio del Sida y la Hepatitis.
En conclusión , no existe ninguna evidencia de que el uso indiscriminado de la episiotomía tenga efectos beneficiosos , pero si la hay en lo referente a que esta pude producir daños. En un parto normal puede aparecer la indicación para la realización de esta , pero se aconseja el uso restringido .





5. CUIDADOS DURANTE EL ALUMBRAMIENTO

5.1 Prefacio

Esta es la fase del parto en el que se produce la separación y la expulsión de la placenta. Para la madre el principal riesgo es el de hemorragia duranta o después la separación de la placenta y retención de la misma. La hemorragia postparto es una de las principales causas de mortalidad materna. ; la gran mayoría de estos casos se producen en países en desarroyo (Kwast 1991). La incidencia de hemorragia postparto y de retención de la placenta se incrementa si existen factores predisponentes , como polihidramnios o embarazo multiple , y un parto complicado : aumentado con oxitocina , parto obstruido , o parto instrumental ( Gilbert et al 1987). Tambiénocurren con más frecuencia si estas complicaciones están presentes en la historia obstétrica de la paciente ( Doran et al 1955 , Hall et al , 1987 ). es por esto ,que hasta un cierto punto , se puede seleccionar durante el embarazo y durante el parto a lasmujeres con un riesgo más elevado de desarrollar complicaciones en el alumbramiento. Pero incluso en embarazos de bajo riesgo e incluso después de una fase de dilatación y expulsivos normales , pueden acontecer las citadas complicaciones .El manejo del alumbramiento puede influenciar en gran medida la incidencia de estas complicaciones y la cantidad de pérdida sanguinea . Se han propuesto diversas medidas para intentar prevenir estas complicaciones , que pasamos a discutir...

5.2 Uso profiláctico de oxitócicos

Los oxitócicos pueden ser administrados en diversos momentos del alumbramiento. Lo más frecuente es administrarlos intramuscularmente inmediatamente después del nacimiento del hombro anterior , o después del nacimiento del niño. Los farmacos más utilizados son la oxitocina y los derivados “ergot” como la Ergometrina , o una combinación de los dos , Sintometrina ( Daley 1951, McGinty 1956 , Friedman 1957) . Tanto , la Oxitocina como los derivados Ergot , disminuyen la pérdida sanguínea total ,pero el efecto de los Ergot parece ser menor que el de lsa Oxitocina . Los efectos sobre una posible retención de placenta no están claros todavía, aunque existen algunos datos que sugieren el uso rutinario de oxitócicos incrementa el riesgo de retención placentaria.

Entre las complicaciones de los oxitócicos se encuentran nauseas, vómitos, dolor de cabeza e hipertensión postparto. Estas complicaciones ocurren más frecuentemente con el uso de los derivados ergot. Aún más la morbilidad materna se ha visto incrementada con el uso de oxitócicos, especialmente con ergometrina: paro cardiaco y hemorragia intracerebral, infarto de miocardio, eclampsia postparto y edema de pulmón. Debido a que estos episodios son extraños, los ensayos realizados al azar no nos pueden proporcionar información útil acerca de hasta qué grado esto puede ser atribuido a los oxitócicos. La evidencia disponible sugiere que la oxitocina es más recomendable que los derivados ergot.

Debido a que muchos países en desarrollo la administración de comprimidos orales sería fácil y que los compromidos sería más estables que las inyecciones bajo condiciones tropicales, un estudio realizado al azar fue llevado a cabo para investigar la influencia de los commprimidos orales de ergomitrina administrados al nacer. El resultado fue decepcionante: comparado con un placebo la medicación tuvo un mínimo efecto demostrable en la pérdida sangüínea después del nacimiento (Degroot et Al 1996).

5.3. Tracción controlada del cordón

La tracción controlada del cordón conlleva una tracción del cordón, combinada con contrapresión hacia arriba del cuerpo uterino por una mano ubicada inmediatamente por encima de las sínfisis del pubis. En dos ensayos este procedimiento fue comparado con otros mucho menos activos. En los grupos de tracción controlada se demostraron expulsivos más cortos con una pérdida media sangüínea menor. En uno de los ensayos se demostró que la tracción controlada producía menores molestias en el paciente. Sin embargo, en un 3% el cordón se rompió durante la tracción. Una extraña pero seria complicación asociada con la tracción controlada del cordón es la inversión uterina. Aunque la complicación puede estar asociada con una aplicación errónea del método, la aparición de esta sigue siendo un motivo de preocupación. La impresión de las matronas atendiendo a los partos con la mujer en la posición vertical durante el exupulsivo y el alumbramiento es que el alumbramiento es más corto y la separación de la placenta es más fácil, aunque la pérdida sangüínea es mayor que en la posición supina. Sin embargo, a parte de la pérdida sangüínea estos aspectos nos han sido investigados en ensayos al azar.

5.4. Manejo activo contra manejo expectante del alumbramiento

Los efectos combinados de los oxitócicos y la tracción controlada del cordón son frecuentemente resumidos en el término “manejo activo del alumbramiento”, en contra del manejo expectante o fisiológico. A veces se incluye también el pinzamiento temprano del cordón, especialmente porque en la traccción controlada es obligatorio el pinzamiento temprano.

En la literatura el manejo activo del alumbramiento se compara favorablemente con el manejo expectante, pirncipalmente porque la hemorragia postparto ocurre con menor frecuencia y los niveles de hemoglobina postparto son mayores. Los resultados con respecto a la frecuencia de transfusiones sangüíneas y alumbramientos manuales de la placenta no fueron idénticos en dos ensayos diferentes realizados en Briston y Dublin. En ambos ensayos el manejo activo condujo a una mayor sensación de naúsea, vómitos e hipertensión; probablemente producidos por el uso de ergometría.

La hemorragia postparto es definida por la OMS como una pérdida sangüínea mayor de 500 ml. El diagnóstico se hace por una estimación clínica de la pérdida sangüínea. Dicha estimación de la cantidad de sangre a menudo es infravaluada. Aparentemente la definición está influenciada por el hecho de que en grandes partes del mundo 500 mml de pérdida sangüínea (incluso menos) es una amenaza real para la vida de muchas mujeres, principalmente debido a la alta prevalencia de anemia severa. Si mediesemos meticulosamente la pérdida sangüínea media en un parto vaginal es aproximadamente de 500 ml, y alrededor del 5% de las mujeres dando a luz vaginalmente pierden más de 1.000 ml de sangre. En el estudio de Bristol, el 18% de las mujeres incluidas en el manejo fisiológico del alumbramiento tuvieron una pérdida sangüínea mayor de 500 ml y unicamente un 3% perdieron más de un 1 l.

En una población sana (como es el caso de la mayoría de los países desarrollados) una pérdida sangüinea postparto de hasta 1 l puede ser considerada como fisiológica y no necesita otro tratamiento que oxitócicos. Sin embargo, en muchos países en desarrollo se han de aplicar otras reglas. Los 500 ml definidos por la OMS deben ser considerados como una línea de alerta; la línea de acción se alcanza entonces cuando las funciones vitales de la mujer empiezan a estar en peligro. En mujeres sanas esto sólo ocurre generalmente con pérdidas sangüíneas mayores de 1.000 ml. Esta distinción es crucial de cara a minimizar el uso de una transfusión sangüínea innecesaria y sus riesgos asociados, incluyendo infección por el VIH.

No es posible establecer conclusiones definitivas acerca del valor del manejo activo del alumbramiento en poblaciones de bajo riesgo. El término “manejo activo” se usa para una combinación de intervenciones varias con efectos diferentes y secundarios. Todos los estudios de manejo activo contra expectante fueron realizados en centros hospitalarios donde el manejo activo era la práctica normal. La aparición de complicacines raras pero serias (complicaciones cardiacas, eclampsia, inversión uterina, etc.) no puede ser estudiada en ensayos al azar. Existen serias dudas acerca del uso profiláctico de la ergometría o de combinados de oxitocina y ergometrina, y también acerca de la tracción controlada del cordón como un procedimiento de rutina.

En conclusión la administración de oxitocina inmediatamente después de salir el hombro anterior o después del nacimiento del niño parece ser ventajoso, especialmente en mujeres con riesgo incrementado de hemorragia postparto o en mujeres con anemia severa. Existen dudas acerca de la combinación con la tracción controlada del cordón y su aplicación rutinaria a mujeres sanas de bajo riesgo. En nuestra opinión es demasiado pronto para recomendar esta forma de manejo activo del alumbramiento a todos los partos normales de bajo riesgo.

5.5 Momento del pinzamiento del cordón

El cordón puede ser pinzado inmediatamente después del nacimiento o un poco más tarde , y esto puede tener consecuencias tanto en la madre como en el feto ( Prendiville et al 1989 ) . Los efectosmateros han sido analizados en diversos estudios ( Dunn et al 1966 , Nelson et al 1980 ) . No se encontraron diferencias significativas respecto al momento en que se pinzó el cordón y la aparición de hemorragia postparto o de transfusiones feto-maternas.
Existen estudios acerca del momento del pinzamiento del cordón en el neonato (Spears et al 1966 , Yao et al 1971 ). Si después el nacimiento se coloca al niño al nivel de la vulva o por debajo de ese nivel por un espacio de tiempo superior a tres minutos antes de pinzar el cordón , se produce un intercambio de aproximadamente 80 ml de sangre de la placenta al feto ( Yao et al 1971 ) . Los eritrocitos de este volumen sanguineo serán rapidamente destruidos por hemólisis lo cual proveerá a las reservas fetales con cerca de 50mg de hierro y reducirá la frecuencia de anemia ferropénica durante la infancia. Teoricamente esta transfusión sanguinea de la placenta al niño podría causar hipervolemia , policitemia , e hiperviscosidad, así como hiperbilirrubinemia. Todos estos efectos han sido analizados en diversos estudios ( Prendiville y Elbourne 1989 ). Niños a los que se les practicó un pinzamiento temprano del codón tienen valores más bajos de hemoglobina y hematocritos. Con respecto a problemas de tipo respiratorio , no se demostraron diferencias significativas entre los dos grupos . Los niveles de bilirrubina neonatales fueron menores después el pinzamiento temprano , pero no se demostraron diferencias significativas respecto al otro grupo y no existieron tampoco diferencias respecto a la morbilidad neonatal.
El pinzamiento tardío (o incluso el no pinzamiento) es el medio fisiológico de tratar el cordón y el pinzamiento temprano es una intervención que necesita de una buena justificación . La “transfusión “ de sangre de la placenta al niño , si se realiza el pinzamiento tardío , es un proceso fisiológico y los efectos adversos son improbables , al menos en casos normales. Después de un embarazo o parto complicado , por ejemplo en una Inmunización Rh o en un parto prematuro , un pinzamiento tardío puede producir complicaciones , pero en un caso normal debería existir una buena razón para interferir con el proceso natural.
Si se realiza tracción controlada del cordón después de la administración de Oxitocina , como es norma en muchos departamentos de obstetricia , es obligatorio realizar un pinzamiento temprano del cordón. Sin embargo , cuando a alguén se le ha educado acerca del pinzamiento tardío del cordón , por ejemplo , después de que hayan cesado las pulsaciones de este , generalmente después de 3 a 4 minutos , no se han descrito efectos adversos al respecto . Es más , estudios recientes están a favor de un pinzamiento tardío , debido a que puede prevenir anemias ferropenicas en la infancia , lo cual puede ser de vital importancia en países en desarroyo ( Michaelsen et al 1995).

5.6 Cuidados inmediatos del recién nacido

Después del nacimiento ha de prestarse gran atención al recien nacido. Esta atención es parte integral del cuidado del parto. Los cuidados inmediatos incluyen el asegurarse de que la vía area se encuentra libre , tomar medidas para asegurarse de la buena temperatura corporal el recien nacido , pinzar y cortar el cordón y poner al niño sobre la mama , tan pronto como sea posible. Otros aspectos referentes al cuidado inmediato del recien nacido fueron publicados por el “ Grupo de Trabajo del Cuidado Esencial del Recién Nacido de la OMS ( 1996) “:

Inmediatamente después del nacimiento el niño ha de ser secado con toallas calientes, a la vez que se le ubica sobre el abdomen materno o en sus brazos. Se examina la condición fetal , a la vez que se asegura de que las vías aéreas esten libres. Es importante el mantener la temperatura corporal del recién nacido; recién nacidos que han sido paridos en habitaciones con bajas temperaturas pueden experimentar descensos marcados de la t temperatura corporal y consiguientemente problemas de tipo metabólico. Los descensos de la temperatura corporal del recién nacido pueden ser evitados asegurando un contacto directo “piel con piel” entre la madre y este.

El contacto temprano “piel con piel” entre la madre y el recién nacido es importante por otras muchas razones.Psicológicamente estimula a la madre y al niño a acostumbrarse el uno con el otro.Trás el nacimiento los niños se colonizan con bacterias . Resulta ventajoso que el recién nacido se colonice con las bacterias cutáneas maternas y no por las bacterias de las matronas o las hospitalarias. Todas estas ventajas son difíciles de probar , pero aún así son aceptadas. Hay que animar al amamantamiento temprano , a ser posible en la primera hora postparto (OMS / UNICEF 1989) . Se ha de investigare la influencia de la estimulación sobre el pezón por el niño sus efectos sobre las contracciones uterinas y la pérdida sanguinea postparto.

El corte del cordón ha de ser realizado con instrumentos estériles . Esto es de vital importancia a la hora de prevenir infecciones.
5.7 Cuidados de la madre inmediatamente después del alumbramiento placentario

La placenta ha deser examinada cuidadosamente para detectar anormalidades ( infartos , hematomas , inserción anómala del cordón umbilical ) , pero ante todo para asegurarse de que está completa. Si existe alguna sospecha de que no está completa , habrá que realizar una exploración uterina. Si por el contrario las membranas no están completas dicha exploración uterina no es necesaria.
En algunos países es obligatorio el explorar la cavidad uterina después de cada parto , “ revisión uterina”. No existe ni la más mínima evidencia de que dicha política sea de alguna utilidad; al contrario , puede producir infecciónes o traumatismos mecánicos o incluso shock. Lo mismo se aplica para las “duchas uterinas” después del parto.
La madre ha de ser observada meticulosamente durante la primera hora postparto. Las observaciones más importantes incluyen la cantidad de pérdida sanguinea y la altura del fondo uterino: si el útero se contrae insuficientemente , se puede acumular sangre en la cavidad uterina . Si la pérdida sanguinea es anormal y el utero se contrae mal , un fuerte masaje abdominal a el útero puede ser beneficioso. Hay que cerciorarse de que la contracción uterina no está siendo inhibida por una vejiga llena. Pérdidas sanguineas anormales , de más de 500 ml , deben ser tratadas con oxitócicos: Ergometrina u Oxitocina , intramuscularmente. La condición materna es también importante : tensión arterial , pulso y temperatura y el bienestar general , deben ser evaluados.

6 . CLASIFICACION DE ACTOS EN EL PARTO NORMAL

Este capítulo clasifica los actos más comunes de conducta durante el parto normal en cuatro categorías , dependiendo de su utilidad , efectividad y peligrosidad.

CATEGORIA A:

6.1 Actos que son claramente útiles y debieran ser fomentados

1 ) Un plan personalizado acerca de donde y por quién va a ser atendido el parto , hecho con la mujer durante el embarazo con conocimiento de este por parte del marido / compañero y por la familia si se considera necesario.
2 ) Evaluación de los riesgos del embarazo durante el cuidado prenatal , reevaluación de este en cada contacto existente.
3 ) Monitorización del bienestar físico y emocional materno durante el parto ,alumbramiento y puerperio.
4 ) Ofrecer fluídos orales durante el parto y alumbramiento.
5 ) Respetar la elección informada de la paciente acerca del sitio en donde dar a luz.
6 ) Dar cuidados durante el parto y alumbramiento en los lugares más periféricos donde un parto sea posible y seguro y donde la mujer se encuentre segura y cómoda.
7 ) Respetar la privacidad de la mujer en la habitación de parto.
8 ) Apoyo por parte de las matronas durante el parto y nacimiento.
9 ) Respetar la elección de la mujer respecto a los acompañantes durante el parto y nacimiento
10 ) Dar a la parturienta toda la información y explicaciones que ella desee
11 ) Uso de métodos no - invasivos y no - farmacológicos de alivio del dolor , como masajes y técnicas de relajación.
12 ) Monitorización fetal con auscultación intermitente.
13 ) Uso único de materiales desechables y descontamiación apropiada de materiales reutilizables durante el parto y nacimiento.
14 ) Uso de guantes en los exploraciones vaginales , durante el nacimiento del niño y mientras se manipule la placenta.
15 ) Libertad de movimientos y posición durante el parto.
16 ) Animar a adoptar la posición no-supina durante el parto.
17 ) Monitorización cuidadosa del progreso del parto.
18 ) Empleo profiláctico de Oxitocina en el alumbramiento de mujeres con riesgo de desarroyar una hemorragia postparto.
19 ) Asepsia al cortar el cordón.
20 ) Prevención de hipotermia neonatal.
21 ) Contacto “piel a piel “ temprano entre la madre y el hijo y ayuda con la iniciación de la lactancia materna , dentro de la primera hora postparto , de acuerdo con las indicaciones de la OMS.
22 ) Examen rutinario de la placenta y membranas.


CATEGORIA B

6.2 Actos que son claramente dañinos o inefectivos y debieran ser eliminados

1 ) Uso rutinario de enemas
2 ) Uso rutinario de depilación púbica
3 ) Uso rutinario de infusiones intravenosas
4 ) Inserción profiláctica de vías intravenosas
5 ) Exploraciones rectales
6 ) Uso rutinario de la posición supina durante el parto
7 ) Uso de pelvimetrías radiológicas
8 ) Administración de oxitócicos en cualquier momento del parto , de tal modo que su efecto no pueda ser controlado.
9 ) Uso rutinrio de la posición de litotomía
10 ) Empujes sostenidos y constantes ( maniobra de Valsalva ) durante el expulsivo.
11 ) Masajes y estiramientos del periné durante el expulsivo.
12 ) Uso de comprimidos orales de Ergometrina en el alumbramiento ,para prevenir o controlar una hemorragia.
13 ) Uso rutinario de Ergometrina parenteral en el alumbramiento.
14 ) Lavado uterino de rutina después del parto.
15 ) Exploración manual de rutina del útero después del parto.

CATEGORIA C

6.3 Actos en los que no existe una clara evidencia para fomentarlos y que deberian ser usados con cautela hasta que diversos estudios clarifiquen el asunto.

1 ) Métodos no-farmacológicos de alivio del dolor durante el parto , como hierbas , inmersión en el agua y estimulacion nerviosa.
2 ) Amniotomía temprana de rutina en la fase de dilatación
3 ) Presión sobre el fondo uterino durante el parto.
4 ) Maniobras relacionadas con la protección del periné y el manejo de la cabeza fetal en el momento del nacimiento.
5 ) Manipulación activa del feto al nacer.
6 ) Oxitocina de rutina , tracción controlada del cordón , o combinación de estos dos durante el alumbramiento .
7 ) Pinzamiento temprano del cordón umbilical.
8 ) Estimulación de los pezones para incrementar la contractilidad uterina durante el alumbramiento.

CATEGORIA D

6.4 Actos que son llevados a cabo frecuentemente de manera erronea

1 ) Restricción de la ingesta de fluídos y sólidos durante el parto
2 ) Control del dolor por agentes sistémicos.
3 ) Control del dolor con anestesia epidural
4 ) Monitorización electrónica fetal.
5 ) Usar máscaras y batas estériles al atender al parto.
6 ) Exploraciones vaginales repetidas y frecuentes especialmente por más de un miembro del equipo.
7 ) Aumentación con Oxitocina.
8 ) Movilización de la parturienta a otra habitación una vez ha alcanzado la dilatación completa.
9 ) Cateterización de la vejiga urinaria.
10 ) Aconsejar a la mujer a que empiece a empujar antes de que se haya diagnosticado la dilatación completa o de que la mujer sienta que tiene ganas de empujar.
11 ) Rigidez en cuanto a la duración estipulada del expulsivo , como 1 hora , si las condiciones maternas y fetales son óptimas.
12 ) Partos instrumentales y cesáreas.
13 ) Uso rutinario de la episiotomía.
14 ) Exploración manual del útero después del alumbramiento .

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